Durante su audiencia pública semanal, el Papa Francisco explicó que nadie puede ser olvidado en las misas pues, en las intenciones que se ofrecen al principio del rito, todos pueden pensar en sus peticiones personales.
El pontífice señaló que “si tienes a alguna persona, parientes, amigos que estén en necesidades o hayan pasado de un mundo a otro, puedes nombrarlos en ese momento, en voz baja”.
Y entonces vino, a manera de comentario, la declaración que todos quieren enseñarle al párroco de su colonia:
“Ah, padre, ¿cuánto debo pagar para que pongan mi nombre ahí. ¡Nada! La misa no se paga, la misa es el sacrificio de Cristo que es gratuito; si quieres dejar una limosna, déjala, pero no se paga, es importante entender esto”
Aunque no fue del todo claro, pues no específico si los feligreses deben pagar algún monto por el mantenimiento del templo o por algún otro servicio que se requiera.
Pero si hizo hincapié en que nadie está obligado a pagar por las misas, ni siquiera cuando se quieren ofrecer especialmente por alguien fallecido.
Durante la audiencia semanal, también dio a conocer que el papa Francisco canonizará al papa Pablo VI (cuyo pontificado fue de 1963 a 1978) y al arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 mientras celebraba misa.
Francisco, el primer papa latinoamericano, será quien canonizará a Monseñor Romero, ya conocido como “el Santo de América”, aunque aún no se sabe la fecha y el lugar de la celebración.