El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó a México de prohibir las manifestaciones en apoyo a su país durante la Asamblea de la Organización de los Estados Americanos (OEA), realizada en Cancún esta semana.
Según Maduro, “en México no hay libertades políticas, no existen. El gobierno mexicano prohibió cualquier manifestación pública en apoyo a Venezuela”.
El mandatario hizo este comentario en una conferencia de prensa en Caracas , donde además acusó al régimen mexicano de cobardía.
“Si en Venezuela se hubiera prohibido alguna protesta durante un evento internacional como lo fue la Asamblea de la OEA, habría sido un escándalo a nivel internacional”, indicó.
El gobernante agregó que México también protege al “grupo de ultraderecha” que agredió a la delegación venezolana durante la cumbre en Cancún.
Maduro aseguró que ordenó a los representantes de su país hacer lo necesario para combatir las “aspiraciones intervencionistas” de la OEA.
También arremetió contra el secretario general de la organización, Luis Almagro Lemes, de quien dijo debe renunciar a su cargo “por inmoral”.
Condicionó el regreso de su país a la organización a la renuncia de Almagro Lemes.
“Almagro lleva con Venezuela más de 15 derrotas, y más apabullante la que le acabamos de propinar. Debería renunciar a la OEA y permitir que los países nos ocupemos de recuperarla y reorganizarla”, advirtió.
Después de tres días de negociación, la organización rechazó todas las propuestas de resolución que la delegación venezolana presentó, una de ellas en contra del gobierno mexicano por el caso Ayotzinapa.
Además, el organismo no fue capaz de tomar una decisión conjunta sobre la crisis en el país sudamericano, que lleva más de dos meses de protestas opositoras diarias y represión por parte de las fuerzas de seguridad del gobierno. Hasta hoy se han registrado 74 muertos y miles de heridos y detenidos.
Postura mexicana
La postura de México frente a la situación que vive Venezuela y su pueblo no cambiará pese a los insultos que se puedan recibir, aseguró el canciller mexicano Luis Videgaray Caso.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) puntualizó que “va a ser una postura en defensa de la democracia representativa como única forma de gobierno admisible en el hemisferio americano, en defensa de los derechos humanos como principio fundamental de la política exterior mexicana”, dijo.
Es, además, “una postura de solidaridad con quienes hoy viven una situación absolutamente inaceptable, desde el punto de vista humanitario y de derechos políticos”, expuso después de la clausura de la 47 Asamblea General de la OEA el miércoles.
Explicó que durante la primera sesión plenaria de la OEA se observó “un auténtico espectáculo de insultos y majaderías por parte de una canciller que era cuestionada por países desde el extremo norte hasta el extremo sur de nuestro continente”.