Carter Page, el exasesor de política exterior de Donald Trump, negó hoy haberse confabulado con Rusia para beneficiar la campaña presidencial republicana, luego de revelarse que era investigado por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).
The Washington Post informó que el FBI obtuvo una orden secreta bajo el estatuto de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA) para monitorear sus comunicaciones personales como parte de la pesquisa sobre la injerencia rusa en las elecciones estadunidenses.
“Creo que esto es política sucia”, sostuvo Page en una entrevista con la cadena de orientación conservadora Fox News.
Cuestionado si trabajó con los rusos para ayudar a la campaña de Trump o para perjudicar, dañar, la campaña presidencial de Hillary Clinton, Page respondió: “Absolutamente no. No hice nada que pudiera ser posiblemente visto como ayuda de ningún tipo”, dijo.
De acuerdo con el diario, el FBI convenció a un juez especial de que existe suficiente evidencia para creer que Page estaba actuando como agente de un poder foráneo, en este caso de Rusia.
Hasta el momento Page no ha sido objeto de ninguna acusación y ha insistido en que se trata de una investigación por motivos político debido a sus críticas públicas contra las política de la administración Obama.
Page se declaró dispuesto a testificar ante los Comités de Inteligencia de la Cámara de Representantes y del Senado que investigan la presunto interferencia electoral de Rusia.
“Me muero de ganas de que me pregunten de las acusaciones locas”, señaló Page.