KARACHI, Pakistan (AP) — Los periodistas paquistaníes realizaron el martes una jornada de protestas en todo el país contra la censura rampante por parte de los servicios de seguridad, los despidos masivos debido a la reducción de los presupuestos y el atraso de meses en el cobro de sus salarios.
El Sindicato Federal de Periodistas, que organizó las protestas, dijo que los periodistas han resuelto “combatir la censura sin precedentes” en la etapa más represiva de la historia del país.
El martes fue apenas el “comienzo de una movilización de protesta”, advirtió el presidente del sindicato, Afzal Butt.
Periodistas y promotores de la libertad de prensa dicen que las fuerzas armadas presionan a los medios para que no publiquen artículos críticos, al tiempo que el gobierno que acaba de asumir está reduciendo su presupuesto de publicidad, una fuente de ingresos crucial para las televisoras y los diarios privados.
En los últimos meses, cientos de periodistas han perdido sus puestos debido a los problemas financieros de las empresas tras la drástica reducción de la publicidad oficial.
En los actos del martes, los periodistas llevaban brazaletes negros y portaban pancartas con leyendas que denunciaban la censura, las penurias económicas de los trabajadores de prensa y el abuso de las leyes para coartar la libertad de prensa.
Las autoridades controlan “hasta los menores detalles del contenido periodístico en la actualidad y ordenan quién será el rostro de los medios impresos y electrónicos”, dijo Butt.
El gobierno no hizo declaraciones por el momento.
Zafar Abbas, director del diario Dawn, dijo que no es la primera vez que los medios sufren restricciones graves, cierre de periódicos, encarcelamiento de periodistas y censura directa.
“Pero lo que presenciamos hoy bajo la forma de presiones de instituciones estatales… prohibición de noticias y autocensura es mucho peor”, dijo Abbas.
Cyril Almeida, un destacado periodista de Dawn, fue acusado de traición tras publicar una entrevista con el exprimer ministro Nawaz Sharif, quien denunció a las fuerzas armadas por ayudar a los milicianos que perpetraron los ataques en Mumbai en 2008.