En la elección presidencial más reñida de Perú en 54 años, la diferencia se estrechó cuando Keiko Fujimori, hija de un expresidente preso por asesinato y corrupción, ganó terreno en el recuento de votos rurales y del extranjero frente a su rival, el economista del Banco Mundial Pedro Kuczysnki quien seguía primero.
La mínima diferencia que favorece a Kuczysnki sobre Fujimori se redujo a 46 mil 838 votos durante el mediodía del martes.
Con el 97.11 por ciento de las actas procesadas, Kuczynski tenía el 50.14 por ciento de los votos y Fujimori el 49.86 por ciento.
La reñida elección sólo es superada por la de 1962, cuando los dos candidatos presidenciales finalistas tenían una diferencia de 12.000 votos. Para impedir el triunfo del candidato que se encontraba primero en el conteo, las fuerzas armadas tomaron el control del país y en 1963 volvieron a convocar elecciones.
Aunque dos conteos rápidos de firmas privadas mostraron el domingo tras el cierre de las urnas a Kuczynski por delante, todavía quedan por contabilizar unas 1.691 actas que deben llegar del extranjero y otras 500 de las remotas regiones Loreto y Cusco, que por problemas climáticos deben ser trasladadas vía aérea.
El premio Nobel de literatura peruano Mario Vargas Llosa, crítico del fujimorismo, en declaraciones a la prensa en Madrid, expresó “la esperanza es que la ligera ventaja que tiene Pedro Pablo Kuczynski se confirme porque, con él al frente del gobierno del Perú, estos años de progreso, de fortalecimiento de las instituciones democráticas, tendrían un respaldo, lo cual no sería si la hija de uno de los peores dictadores que hemos tenido en nuestra historia ocupara el poder con el voto de los peruanos”.
Alrededor de 1.6 por ciento de las papeletas escritas a mano, recibidas en los centros de votación, están siendo impugnadas y enviadas a un jurado electoral especial para que se decida la validez de los votos y luego retornen a ser contabilizadas por el organismo electoral.
Los dos candidatos guardan silencio a la espera de los resultados definitivos aunque sus asesores comenzaron a trabajar para posibles alianzas en el Congreso, donde el partido Fuerza Popular de Fujimori tiene una sólida mayoría con 73 de los 130 escaños. La formación de Kuczynski tiene sólo 18, menos incluso que la principal alianza de izquierdas.
Aunque el equipo de Kuczynski expresa estar listo para trabajar con todos los grupos, legisladores fujimoristas se mostraron afectados luego de que el economista insinuó que están ligados al narcotráfico.