Brasil fue sacudido por un nuevo escándalo derivado de conversaciones filtradas. El expresidente de Brasil, José Sarney (1985-1990), aseguró que el ex Mandatario Luiz Inácio Lula da Silva está arrepentido por haber elegido a Dilma Rousseff para sucederle en el cargo.
“Lula, llorando, me dijo que el único arrepentimiento que tiene es haber elegido a Dilma. Que es el único error y el más grave de todos”, afirmó Sarney en una conversación filtrada a la prensa en la que habló por teléfono con el ex senador Sergio Machado.
Dilma Rousseff fue apartada del cargo como Presidenta el pasado día 12 por parte del Senado, acusada por irregularidades fiscales, y deberá ser sometida a un juicio que podría costarle la destitución.
Rousseff fue elegida personalmente por Lula (2003-2010) para reemplazarlo en el cargo. Fue electa en 2011 y reelegida en 2014.
Machado, ex presidente de Transpetro (subsidiaria de Petrobras) y uno de los acusados por haberse beneficiado de la gigantesca red de corrupción en Petrobras, grabó varias conversaciones que tuvo con líderes políticos y las filtró a la prensa.
Además de Sarney, también fueron divulgadas conversaciones con el senador y Ministro de Planeamiento Romero Jucá, quien dimitió el mismo día cuando fueron publicadas, y el presidente del Senado, Renan Calheiros.
Tanto Sarney como Jucá y Calheiros son miembros del Partido del Movimiento Democrático (PMDB), liderado por el Presidente interino de Brasil, Michel Temer.
El mismo Temer está grabado donde Machado le asegura a Sarney que apoyó, de forma irregular y por pedido del actual Jefe de Estado a Gabriel Chalita, Secretario municipal de Educación en Sao Paulo, a la candidatura para la Alcaldía de la mayor ciudad brasileña en 2012.
El escándalo de corrupción en Petrobras ya mandó a la cárcel a decenas de ejecutivos de importantes empresas constructoras que sobrevaloraron contratos, y tiene bajo su mira a más de un centenar de políticos, incluso a los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, ambos del PMDB.
Tras conocerse el audio, el Instituto Lula, que comanda el ex Presidente Lula da Silva, calificó como “asquerosa” la conversación, mientras que Rousseff y el propio Sarney aseguraron que no la comentarían.
Rousseff sí reconoció otras grabaciones filtradas en las que se escuchan las voces de tres políticos involucrados con su destitución, y que parecen vincular los intentos de expulsión con el fin de detener la investigación en Petrobras.