Cúcuta, 6 Feb (Notimex).- Esmeralda Arosemena de Troitiño, presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aseguró que la presencia del organismo en la frontera con Venezuela se debe a la búsqueda de vivir y entender lo que experimentan las víctimas.

En Cúcuta, ciudad colombiana en frontera con Venezuela, la delegación de la CIDH recibió a venezolanos exiliados para conocer su situación de derechos humanos, además de escuchar a organizaciones no gubernamentales y representantes de la sociedad civil.

El 4 de febrero, el organismo desconcentrado de la Organización de los Estados Americanos (OEA) trató de ingresar a Venezuela por invitación de la Asamblea Nacional que preside Juan Guaidó, pero el gobierno de Nicolás Maduro rechazó autorizarles el acceso, por lo que les fue impedido avanzar desde Panamá.

El gobierno venezolano argumentó que no invitó nunca a la CIDH, por lo que no reconoce sus intenciones de visitar el país, además de asegurar que el país renunció a ser miembro de la OEA desde abril de 2019.

Sin embargo, la CIDH decidió en consecuencia reunirse con venezolanos en la frontera colombiana, por lo que ha desarrollado audiencias desde entonces con distintos grupos de la sociedad venezolana.

Hoy conversó también con adultos mayores, a quienes identifica como población especialmente vulnerada por la situación de derechos humanos en Venezuela, además de niñas, niños y adolescentes.

Además, la CIDH observó las condiciones migratorias del puente Simón Bolívar, que conecta a Venezuela con Colombia, y aseguró que la diáspora venezolana sale el país en busca de atención médica, protección, escuela y alimento.

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