El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, criticó a Donald Trump como alguien “muy mal preparado” para servir en la Casa Blanca y desafió a los legisladores republicanos a abandonar su apoyo al candidato de su partido. “Debe haber un momento en el que digan: ‘suficiente’’’, aseveró Obama.
“Creo que el candidato republicano es incapaz de fungir como presidente. Lo dije la semana pasada, él lo sigue demostrando”, agregó el mandatario estadounidense.
Las declaraciones del presidente se produjeron en medio de un debate nacional después de que Trump criticara a una familia musulmana estadounidense, cuyo hijo, un capitán del ejército de Estados Unidos (EU), murió en Irak.
Un número creciente de legisladores republicanos ya expresa su preocupación por los comentarios de Trump, pero ninguno retira aún su apoyo al hombre de negocios que busca la Casa Blanca.
“Si ustedes se han visto sometidos a decir en varias ocasiones, y en términos muy fuertes, que lo que dice él es inaceptable, ¿por qué lo apoyan todavía?”, preguntó Obama durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca. “¿Qué dice esto acerca de su partido, de que éste sea su abanderado?”.
Renuncia el primero
Hace menos de cuatro años, el Partido Republicano escogió a varios dirigentes con prestigio para ayudarlo a salir adelante. Esta semana, una de ellos anunció su renuncia al instituto político… expulsada por Donald Trump.
Sally Bradshaw no es un nombre conocido por el gran público, pero su decisión estremeció a todos los profesionales de la política. Colaboradora durante muchos años del gobernador de Florida Jeb Bush, Bradshaw fue miembro del grupo de cinco estrategas encargado de identificar las falencias del partido y formular recomendaciones para ganar la Casa Blanca después de la derrota de 2012.
Ahora, dice, votará por la demócrata Hillary Clinton si la contienda en su estado de Florida se vuelve demasiado reñida.
“Sally representa un segmento importante de nuestro partido, el de las mujeres con educación universitaria, entre las cuales Donald Trump pierde por márgenes desastrosos”, aseguró Ari Fleischer, colega de Bradshaw en el grupo y asesor del presidente George W. Bush.
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