Los territorios del occidente de Cuba que recibieron esta semana el devastador azote del potente huracán Rafael siguen este domingo impulsando labores para recuperar los suministros básicos como la electricidad y el agua.
De acuerdo con el más reciente informe del Gobierno, el 85 % de los hogares (732.116 clientes) de La Habana -donde viven unos dos millones de personas- ya tienen servicio eléctrico, pero hay tres municipios (Boyeros, La Lisa y Playa) con el más bajo nivel de cobertura.
Dos días después se volvió a sincronizar el SEN, pero eso no significó que todo el país quedara interconectado en una única red eléctrica.
Por ello, las zonas más castigadas quedaron sin fluido eléctrico a la espera de reparar postes caídos, cables averiados y transformadores afectados por el huracán.
Las primeras zonas en recuperar el servicio eléctrico fueron las provincias del centro y el oriente, mientras gradualmente se ha ido restableciendo en las occidentales Mayabeque, La Habana y Artemisa, la más devastada por los efectos del meteoro.
Rafael, al atravesar de sur a norte el miércoles la provincia Artemisa (oeste) con fuertes vientos de hasta 185 kilómetros por hora, provocó una desconexión completa del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), la segunda vez en menos de tres semanas que Cuba sufre un apagón total.
En la capital, la falta de electricidad ha afectado el suministro de agua, y de las 12 fuentes de abastecimiento, actualmente la mitad cuenta con servicio eléctrico, de acuerdo a un informe de la compañía estatal Unión Eléctrica (UNE).
Su vecina Mayabeque tiene casi el 78 % de los circuitos con suministro de corriente, aunque aún sus municipios Quivicán y Batabanó son los territorios con mayores daños.