A partir del mes de enero, el colectivo “Más Seguridad Aérea, Menos Ruido”, enviará a instancias internacionales las denuncias contra el rediseño del espacio aéreo, correspondiente al proyecto del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), ante la nula respuesta del Gobierno Federal a sus demandas y con el objetivo de contener los impactos arbitrarios de las autoridades.
En conferencia de prensa, los abogados de los habitantes de las 150 colonias del Valle de México afectadas por el ruido del espacio aéreo, Luis Miguel Cano, Mario Victoria y José Luis Guerrero, dieron a conocer que actualmente hay 25 juicios de amparo contra el rediseño.
Sin embargo, detallaron, los amparos se han concentrado en el Juzgado Quinto de Distrito en Materia Administrativa y el Décimo Tribunal Colegiado del Primer Circuito, lo que ha propiciado que la causa no sea conocida por un órgano competente e imparcial.
Explicaron que el argumento para desechar los amparos por parte del Décimo Tribunal de Distrito, por el cual se ha negado la suspensión definitiva del rediseño, es “por un acto de fe” al gobierno federal, quien ha indicado en su defensa que el proyecto es bueno para la comunidad, sin tener estudios previos.
Estos amparos, detallaron los abogados, se encuentran en diferentes etapas, “algunos están en trámite, otros están por resolver las quejas contra la admisión de las demandas y otros en etapa probatoria”.
Asimismo, señalaron, hay amparos que continúan detenidos en espera de la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), aunque se conoce que esta instancia ha determinado que no va a intervenir.
Los litigantes reconocieron que el decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador, impulsado el 23 de noviembre, en el cual clasifica las obras de infraestructura como de interés y seguridad nacional, “es una muestra de que, ante actos de injusticia como el rediseño del espacio aéreo, en el cual no fueron tomados en cuenta los habitantes, será difícil defenderse”.
María Gaubeca, vecina afectada, señaló que los aviones sobrevuelan a 500 metros del techo de las viviendas, a velocidades arriba de los 600 km por hora, por lo que el ruido es intenso y a mayor exposición, aumentan las posibilidades de pérdida de audición de las personas afectadas.
