El registro de quemaduras que sufren los menores de edad por accidente han disminuido 50 por ciento durante los últimos diez años, reportó el Instituto de Salud del Estado de México (ISEM).
El promedio de atenciones anual en 2006 que tenía registrado el ISEM, era de 500 niños y en la actualidad, es 250, destacó la subdirectora de Atención Médica del ISEM, Rocío Rangel Gómez.
“Se logró disminuir el número de niños que atendemos. No porque no podamos o tengamos la capacidad para hacerlo, sino porque estamos apostando a la prevención. Son accidentes que no deben ocurrir si ponemos el debido cuidado”, señaló.
La cocina y baño del hogar son los lugares donde se registran el mayor número de quemaduras en menores de edad, siendo los líquidos calientes el factor predominante, por lo que exhortó a los padres de familia a poner especial énfasis en cuidar y evitar que los pequeños tengan acceso a estos lugares.
Asimismo, existen algunas medidas de prevención como no dejar que los niños se acerquen a las estufas, a los líquidos calientes, que jueguen con fuego, con juegos pirotécnicos.
Tener cuidado que las ollas en las hornillas tengan el mango hacia dentro, asegurarnos que al transportar el agua caliente para el baño no haya pequeños cerca, entre otras precauciones.
No obstante, en estas vacaciones de verano, el Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) recomienda a los padres de familia extremar precauciones y mantener vigilados a los niños, a fin de evitar lesiones o quemaduras en el hogar.
Entre las medidas que deben tomarse al interior de los hogares están el apartar a los pequeños de escaleras y zonas resbaladizas, pues las llamadas para atender emergencias en casa durante las vacaciones están relacionadas con caídas que sufren los infantes.
De igual forma, se recomienda guardar bajo llave o fuera del alcance de los menores los artículos de limpieza como jabones líquidos, cloro, destapacaños y demás productos inflamables o tóxicos, para evitar que los menores puedan ingerirlos por error.