Información Fernanda García

En un esfuerzo por contrarrestar el impacto del lirio acuático, que es una especie invasora y una de las más peligrosas a nivel mundial, la bióloga Andrea González, decidió coordinar a voluntarios en jornadas de limpieza dominicales en la laguna Los Ángeles del Parque Sierra Morelos.

La remoción del lirio y la basura, dijo, es crucial para restaurar el equilibrio del ecosistema, que enfrenta una grave sequía y una proliferación de esta especie invasora.

La participación comunitaria va más allá de la limpieza, añadió la bióloga, ya que se tiene un enfoque integral que incluye la reutilización del lirio como composta o sustrato para cultivos y actividades educativas para niños.

“Estas jornadas de limpieza son también un llamado a la concientización sobre el impacto humano en el medio ambiente y el cambio climático, se suma al compromiso de conservar Parque Sierra Morelos y sus lagunas”.

¿Qué hace el lirio acuático?

La planta amazónica es considerada la invasora más peligrosa, ya que además de evitar que la luz entre a los cuerpos de agua, al descomponerse, consume todo el oxígeno disponible, lo que deja sin este recurso a otras especies. También acapara la luz y absorbe una gran cantidad de agua, la cual necesita para su supervivencia.

Esta agua es evaporada a través de sus hojas, lo que contribuye a la desecación de cuerpos de agua, aunque no es la única causa de sequía, sí tiene un impacto significativo, afirmó Andrea.

Jornadas de limpieza con enfoque amigable

Las jornadas de limpieza están planificadas para los domingos, ya que en una o dos sesiones no podrían completar la remoción de la planta, por eso, se ha organizado esta campaña con un enfoque social.

Mara Mora, vecina de Toluca, resaltó la importancia de que la comunidad participe en estas acciones, ya que ayudan a concientizar sobre el medio ambiente, el cambio climático y la responsabilidad de las personas.

Enfatizó que la laguna, que antes era muy grande, ha visto un descenso significativo en el nivel del agua este año, un problema grave que pasa desapercibido para quienes viven en la ciudad.

Por ello, dijo, no sólo se trata de limpiarla un par de veces al año, sino también de fomentar un sentido de comunidad.

Mencionó que buscan cerrar el círculo virtuoso, considerando opciones para reutilizar el lirio removido, como crear composta para flores ornamentales o transformarlo en sustrato para el cultivo de setas.

Quienes deseen unirse a las jornadas de limpieza deben llevar calzado adecuado, como botas, ropa que puedan ensuciar, agua, sombrero o gorra, bloqueador solar y algo de comida para compartir, ya que esta actividad también busca fortalecer el tejido social.