A casi cuatro meses del sismo de 7.1 grados que se registró el pasado 19 de septiembre en la zona centro del país, más 20 adultos y, al menos, 20 niños, continúan viviendo en el albergue ubicado en la comunidad de Tecomatlán, municipio de Tenancingo.
Los habitantes de este sitio señalaron que debido a que sus domicilios no fueron catalogados como pérdidas totales, el gobierno del Estado de México únicamente les otorgó 15 mil pesos para levantar sus casas; sin embargo, éstas quedaron inhabitables.
Por esta causa, las pobladores afectados se han visto obligados a solicitar préstamos para ir edificando su casa, pues el apoyo gubernamental ya no les llega.
Isabel Cruz, quien es madre de familia, explicó que ahora tiene que trabajar más en la elaboración de pan para poder juntar dinero y adquirir el material de construcción para levantar la barda o algún cuarto, ya que en el albergue pasan frío y la fauna nociva se va incrementando al interior.
Asimismo, mencionó que las personas que se encuentran en el albergue, solamente recibieron recursos para levantar las bardas; por lo que se están endrogando al solicitar préstamos económicos para iniciar la reconstrucción, pues los 15 mil pesos que recibieron no les alcanza para cubrir los gastos y material que se requiere.
Reconoció que si bien ellos, recibieron algo, entre sus vecinos hay siete que no recibieron, debido a que en el censo les cambiaron el nombre o por una letra que no era y las autoridades ya no les dieron el apoyo económico.
Isabel Cruz comentó que, en su caso, solicitó un préstamo por 10 mil pesos para poder terminar de levantar las bardas de su vivienda, “de estos préstamos que estamos consiguiendo nos cobran 6.6 por ciento de intereses, es decir pagamos 78 pesos por cada mil, recurso que tenemos que sacar con la venta de pan que en estas fechas es muy escasa”, detalló la pobladora de Tecomatlán.
Mientras tanto, otras amas de casa que también habitan en el albergue, señalaron que su vida en estos casi cuatro meses ha sido muy difícil, ya que han tenido que soportar la lluvia y en esta época las bajas temperaturas que acarrean enfermedades respiratorias.
Además, señalaron que también tienen que combatir una plaga de ratas, las cuales durante las noches se ocultan bajo las camas y colchones; las afectadas temen que los roedores puedan morder a los niños.
Algunos de los más de 100 damnificados por el sismo, mencionaron que en los primeros días después del desastre natural del pasado 19 de septiembre de 2017, les prometieron entregarles tarjetas con 120 mil pesos, principalmente a aquellos que perdieron totalmente sus casas; sin embargo, hasta ahora sólo les han dado plásticos con 60 mil para el material de construcción y 20 mil para la mano de obra, recursos insuficientes que los obliga a solicitar créditos económicos, ya que no les han dado más apoyo.