En lo que va de este año, se han registrado 614 incendios forestales en el Estado de México, dejando como resultado 6 mil 360 hectáreas afectadas, de acuerdo al reporte de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Ixtapaluca, Nicolás Romero, Ocuilan, Valle de Bravo y Acambay, son los municipios mexiquenses donde se han registrado el mayor número de estos siniestros.
Entre las causas que provocaron el inicio del fuego, de acuerdo a información de la Protectora de Bosques del Estado de México (Probosque), se atribuyen principalmente a actividades agropecuaria, pues el 38 por ciento de los sucesos se debió a que muchos trabajadores del campo quemaron el pasto como parte del proceso para la nueva época de sembradíos.
El 23 por ciento ocurre por fogatas realizadas intencionalmente y sólo el 1 por ciento es por causas naturales. El restante se debe a otros incidentes, según la dependencia estatal.
Con el objetivo de combatir este tipo de siniestros, en el municipio de Huixquilucan, un promedio de 60 vulcanos que conforman el cuerpo de Bomberos han sido capacitados para responder ante las emergencias.
De acuerdo a las autoridades, desde finales de enero se llegan a presentar este tipo de siniestros en este municipio, por la desecación del suelo y se prolongan hasta mayo.
Asimismo, se ha equipado al cuerpo de bomberos con cinco camionetas pick up para atención de emergencias; tres unidades de intervención rápida; dos mini bombas de rescate urbano, equipadas para combatir incendios y pipas, con capacidad de 10 mil litros de agua, además de la fuerza humana.
Si bien, gran parte del territorio de Huixquilucan es arbolado, este municipio se encuentra entre los territorios mexiquenses con baja incidencia en incendios forestales, según los datos Probosque.