Casi medio centenar de colchonetas, cubiertas de cobertores, permanecen enfiladas bajo una gran carpa. Ahí duermen voluntarios y familias que resultaron damnificadas por el temblor, en la Ciudad de México.
Un centro de acopio y refugio temporal se instaló en las oficinas de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero, en calle Amores 338, en la colonia Del Valle.
Aquí lo que sobran son manos. Una larga cadena humana traslada comida, cobertores, almohadas y víveres que han sido donados por capitalinos. Una parte ello es almacenado en cajas de cartón para que sea enviado Morelos, uno de los principales estados afectados por el sismo registrado el 19 de septiembre pasado.
Sin embargo, en este lugar se necesita alimento no perecedero y medicamento. La mayoría de mando a Morelos pero ahora lo que necesitamos es que nos manden, estamos muy organizados, tenemos capacidad para empacar y para distribuir pero nos estamos quedando sin nada”, expresó, Mercedes Gámez, una de las responsables del lugar.
Voluntaria del albergue localizado en Amores #338 en la colonia Del Valle #CDMX, pide apoyo para auxiliar de mejor manera a damnificados. pic.twitter.com/X5xvLS7aft
— Capital EdoMex (@CapitalEdomex) 22 de septiembre de 2017
Explicó que tan solo en la segunda noche, después del sismo, pernoctaron más de un centenar de personas incluidas aquellas que perdieron su hogar.
“La mayoría son trabajadores voluntarios que están en los alrededores, si los llegó una familia con dos niños y dos señoras de la tercera edad”, señaló Mercedes Gámez, una de las responsables del lugar, ubicado en la delegación Benito Juárez.
Explicó que al recibir los víveres, éstos son clasificados para posteriormente canalizados a cajas de cartón, las cuales motociclista trasladan a los sitios donde lo requiere.
“Ahorita lo que necesitamos es ir nos manden tanto víveres como comida preparada, comida preparada fresca, del día, nos está llegando mucha comida que ya viene de otros centros que y no sirve, requerimos comida fresca, podemos armar aquí box lonches y alimentos o perecederos, estamos recibiendo medicamentos”, dijo.
“Lo que teníamos se mandó a Morelos, la mayoría, pero ahora necesitamos que nos manden, estamos muy organizados, tenemos mucha capacidad para enfocar y distribuir pero nos estamos quedando sin nada; la comida del día es importante porque esto también es un albergue no solamente centro de acopio de tal manera que necesitamos tener comida para quienes que quedan a pasar la noche”, explicó Gámez.
Aquí las jornadas no se hacen pensadas y más cuando un grupo de jóvenes cantan con él siempre propósito de hacer más ameno el tiempo, un tiempo difícil para los mexicanos.