Con la celebración del Día de la Candelaria, se dan por concluidos los festejos navideños, que enmarca el nacimiento de Jesús, la venida de los Reyes Magos y la presentación en el templo del niño Dios a los 40 días que nació, para dar paso a la conmemoración de la Pasión y Muerte de Jesucristo.
La tradición marca que en esta fecha las familias se presentan al templo con las imágenes de bulto de sus niños Dios, vestidos con diferentes atuendos, que pueden ser alusivos a las diferentes etapas de su vida, así como de algunos santos, para después departir de los tradicionales tamales.
Más allá del ritual religioso, lo que prevalece es la tradición de que quienes encontraron la imagen del niño Dios en la rosca, que se comparte el seis de enero, se convierten en padrinos de la tamaliza, que se comparte en el trabajo, escuela o casa.
José Omar Tinajero Morales, consultor en iconografía cristiana, señala que desde el punto de vista evangélico, se celebran dos actos,:la presentación del niño Dios al templo y la purificación de María.
Sobre la presentación al templo, que en la actualidad se representa con las imágenes que se llevan este dos de febrero, describe Tinajero Morales, corresponde a una tradición, que se fundamenta en la Ley Moisés, que señala que todo varón primogénito deberá ser consagrado al Señor.
En cuanto a la purificación, describe que se hacia una procesión con velas que simboliza el hecho de que María porta la luz de Cristo, por lo que se desprende la Virgen de la Candelaria, con niño Dios y con candela.
El especialista refiere que para la mitad del siglo quinto, se le llamaba a la fiesta como la Candelaria o fiesta de las luces, que se celebra 40 días después de la navidad.
El culto a la Virgen de la Candelaria en México, describe, proviene de las Islas Canarias, lugar donde se veneraba a la Virgen de la Candelaria, ya que era un punto clave del recorrido que hacían los españoles rumbo a México y fue así que surgió la devoción por dicha iconografía.
En México la celebración se fue amalgamando con cuestiones prehispánicas, por ello el tamal, uno de los platillos principales de las celebraciones de los pueblos originarios, relacionado con la cultura del maíz y el atole.
Tamal, señala el especialista, proviene de Tamalli, palabra náhuatl, que significa envuelto y se usaba en los ritos prehispánicos de diversos dioses y la variedad es diversa, como puede ser de dulce, chile verde, con pollo, con puerco, rajas, mole y algunos casos especiales como zacahuil, tamal gigante que se hace en la Huasteca o el tamal oaxaqueño.
Tinajero Morales describe que quien obtuvo la imagen del Niño Dios en la rosca, tienen la obligación de brindar los tamales en esta fecha, porque se cree que existe una especie de compadrazgo, de parentesco ritual, ya que quien lo sacó es como el padrino del anfitrión, con lo que se genera un vínculo especial.
“En México ese tipo de parentescos rituales, es muy interesante, porque además del parentesco consanguíneo, también se dan ese tipo de parentescos, que se conocen en antropología, como vínculos rituales, que generan una especie de alianza”, explicó.