El archivo histórico del Poder Judicial del Estado de México, mantiene en su poder documentos de cómo se impartía justicia en la época anterior a la actual, casos entre los que se encuentra el primer homicidio cometido en 1618, cuya pena impuesta al responsable fue de exponerlo en vía pública desnudo de la espalda, fue azotado y vendido como esclavo durante dos años, además de pagar una multa de cinco pesos y dos reales.
Parte de este dinero, fue dividido al 50 por ciento, unos fueron destinados para la ceremonia religiosa por el alma de la víctima y el restante para beneficio de la viuda,  en otro expediente obra datos de una persona que dio muerte a una mujer al que se le impuso como pena que se encostalara, junto con la cabeza de un mono, una serpiente y exhibido en la plaza pública, hecho que se registró 1784 de la época colonial, considerado el primer feminicidio.
José Luis Lechuga, director del Archivo General, explicó que en los documentos resguardados existen sentencias que eran dictadas por el regidor, que era quien impartía justicia en la época colonial, se imponían castigos como la pena capital, azotes, la hoguera, el destierro, cárcel, entre otros, por haber cometido delitos como cuando el yerno mataba a su suegra o el uxoricidio cuando asesinaba a la esposa, ilícitos que en aquel entonces eran muy comunes.
En otro expediente, muy mencionado en el estado, en 1940 se encuentra el del Niño Fidencio, que fue curandero enjuiciado por charlatanería, y aunque no recibió sentencia se supo que era visitado por políticos, así como otros hechiceros o brujos que eran populares, entre todos ellos, Nigromante, quien fue acusado de desobediencia y amotinamiento.