Las hay de todos tamaños, formas y colores. Vamos, las hay hasta con diversos aromas. Las manos de sus constructores, dan forma al cartón y al papel, y lo transforman en estrellas, hadas, botargas, zanahorias y un sinnúmero de figuras infantiles. Se trata de artesanos que dan vida a las mágicas piñatas infaltables en toda fiesta infantil, en especial en esta temporada decembrina.
Cuautitlán alberga el llamado “Kilómetro de la Piñata”, feria artesanal ubicada en el kilómetro 2.5 de la carretera Cuautitlán-Melchor Ocampo, donde desde hace más de una década artesanos ofrecen sus productos a los habitantes no sólo de Cuautitlán, si no de otros municipios aledaños del Valle de México, e incluso de la Ciudad de México.
En comparación con otras actividades artesanales, la elaboración de piñatas ha crecido de tal forma que ahora apenas se dan abasto para surtir al Valle de México y a estados como Tlaxcala, Veracruz, Michoacán, Morelos, Puebla y la Ciudad de México.
Durante todo el año, los productores trabajan en la elaboración de piñatas, la gran mayoría para fiestas infantiles. No obstante, la temporada más esperada es la de diciembre. Desde el mes de octubre se preparan con todo el material posible para la elaboración masiva de piñatas y al incrementarse sus ventas hasta en 100 por ciento.
En las fiestas decembrinas no puede faltar el gran colorido de las piñatas. Una tradicional tiene un precio de 35 pesos, pero ya más elaboradas o según el taño se incrementa el costo.
Integrante de una familia de artesanos piñateros, Xóchitl Cruz Pallares se ha especializado elaborar piñatas gigantes.
Y explica que las piñatas grandes son más laboriosas y son las que nos compran para adornar centros comerciales y plazas públicas. Los costos van desde 500 pesos e incrementa conforme el tamaño.
Xóchitl se lleva tres horas en terminar las piñatas de casi dos metros de altura, que vende sólo por pedido. “Son tres etapas para elaborarlas: el globo, la enconada y después la vestida”, relata la joven.
La elaboración de piñatas de olla de barro ha venido a la baja, por lo que en los últimos años la gran mayoría se elabora de cartón, con figuras tradicionales como estrellas de cinco, siete y nueve picos, así como de barcos, pinos y payasos, además de personajes de moda, como luchadores y héroes de caricaturas. Incluso, en ocasiones, les piden pi- ñatas para fiestas de adultos.
Samantha Montoya empleada del taller “Don Cuco”, labora de 8:00 a 15:00 horas y tarda 15 minutos en hacer una estrella de cinco picos. Los empleados de “Piñatas Bere” tardan cinco minutos en hacer una piñata de cinco picos.
Raquel Pallares relata que un trabajo artesanal en el que participan la mayoría de los integrantes de su familia en ocasiones su hija de siete años la ayuda con las piezas de cartón y engrudo; “luego hace los chinitos”.