Por: Fernando Nolasco
El atraso en la construcción del Distribuidor Vial de Alfredo del Mazo, ha provocado que los índices delictivos aumenten hasta en un 120 por ciento en la zona norte de Toluca, así como la pérdida de horas hombre, de 150 mil conductores por embotellamientos en las horas pico.
Un estudio de vialidad señala que ésta es la zona más transitada de la capital mexiquense, pues es la salida y entrada hacia Guadalajara, por Atlacomulco, a la Ciudad de México, por Naucalpan y el aumento delictivo se detectó en asaltos a los comercios, robos a estudiantes y trabajadores, de las empresas asentadas en cuatro colonias del perímetro norte, donde en tres años y medio de haber iniciado las obras, han observado coladeras rotas, atropellamientos y hasta como una ballena que se desplomó y aplastó a un motociclista, el pasado 25 de diciembre .
Tres años
Esta obra se inició a fines de mayo del 2013, cuando era director General del Centro de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Eduardo Luque Altamirano, dio a conocer que en el crucero de Alfredo del Mazo y López Portillo circulaban al día 70 mil vehículos, por lo que se construiría el Distribuidor Vial con una inversión de más de 500 millones de pesos y que los trabajos culminarían en dos años, la realidad es que ya pasaron más de tres y no se ha entregado.
El retraso de la obra está generando asentamientos viales, confrontaciones entre conductores, retrasos de hasta dos horas a los estudiantes, empleados y amas de casa que cruzan por la zona que es insegura, sobre todo para las personas con capacidades diferentes que no cuentan con rampas para poder utilizar el puente peatonal para cruzar Alfredo del Mazo de oriente a poniente.
Comerciantes asentados en la avenida Filiberto Gómez, mencionaron que debido a la colocación de un señalamiento los trabajadores de la obra tiraron un poste del fluido eléctrico y los dejaron sin luz durante cuatro días, además de que en la intersección para bajar o subir el puente vehicular para cruzar a la Lopez Portillo y viceversa, las coladeras del drenaje con frecuencia se dañan por el paso del transporte de carga, punto donde también se registran accidentes por causa de esta situación, que no se observa para cuando la van a entregar.