Entre 11 y 12 por ciento incrementaron los casos de robo de identidad o fraude en el Estado de México, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), cuyos montos van desde 10 mil hasta más de 200 mil pesos, situación que es de alta preocupación, pues exhibe las deficiencias en los “candados” de seguridad de las instituciones.
En entrevista exclusiva para CAPITALMEDIA, el subdelegado en el Estado de México de la Condusef, Aldo Rafael Vargas Sáenz, indicó que entre los años 2016 y 2017, pese a las medidas que se tomaron, ese delito tuvo un crecimiento, provocando gran daño a los usuarios .
Detalló que el año pasado fueron atendidos 106 asuntos en materia de robo de identidad, ilícito que no se limita al modo tradicional de copias falsas de identificaciones para la apertura de cuentas bancarias, sino que actualmente es utilizado de manera cibernética, para solicitar créditos a nombre de los usuarios afectados o bien, realizar distintas compras en línea, incluso se detectaron casos donde se hizo la compra de automóviles.
“Las personas se dan cuenta del fraude hasta que en sus estados de cuenta aparecen los cargos, a veces parecieran pocos, pero cuando se cometen cinco o seis operaciones no identificadas, la suma es bastante grande”, explicó.
Señaló que el modus operandi es por vía telefónica, clonación de tarjeta o a través de correos eléctricos, donde el defraudador pide información confidencial que le permita  obtener contraseñas y el número de identificación personal (NIP) de los plásticos bancarios.
El funcionario agregó que esos delitos son cometidos por bandas profesionales y ninguna institución financiera se ha salvado, pues recientemente la propia Condusef fue víctima, ya que mediante llamadas telefónicas, los estafadores se hicieron pasar por empleados de la dependencia federal, a fin de obtener un beneficio económico por trámites para supuestamente, recuperar una suma de dinero relacionada con una queja interpuesta o advirtiendo que la tarjeta bancaria había sido clonada.
Indicó que se registraron 10 casos en todo el país, ninguno en la entidad y de manera afortunada, ninguno prosperó, toda vez que los defraudadores se comunicaron con personas que no habían interpuesto alguna reclamación.
El subdelegado de la Condusef indicó que gracias a la oportuna intervención de la institución, se logró comprobar los delitos en materia de robo de identidad y se cancelaron créditos o afectaciones a los tarjetahabientes, además de que las quejas se canalizaron a la Fiscalía General de Justicia de la entidad, para levantar la denuncia correspondiente.