En el Estado de México, desde 2002 se desarrolló el programa de Auditoría Ambiental, por medio del cual se pueden certificar las empresas: sin embargo sigue siendo un reto pues hay que contemplar que en la entidad hay establecidas 534 mil 838 unidades económicas de todas las ramas, lo que equivale a poco más de 12 por ciento de las que existen en el país, de éstas, apenas se rebasan las mil 120 empresas certificadas.
Derivado de que el manejo de residuos tóxicos constituye una de las principales preocupaciones del sector industrial, especialmente en aquellos que se encuentran catalogados como peligrosos, en el Estado de México se debería tener un mejor avance en dicha certificación de industrias limpias para evitar sanciones.
Luis Eduardo Gómez García, procurador de Protección al Ambiente en la entidad, refirió que en lo que va del año, alrededor de 240 empresas han logrado esta certificación, la cual se realiza mediante auditorías ambientales voluntarias, que posibilita tener una semaforización de la calidad ambiental con la que están trabajando las empresas.
“Durante el 2017 un total de 124 empresas se certificaron en materia ambiental, y ahorita a la mitad del año, ya tenemos el mismo número de empresas, más un 50 por ciento adicional con la creación del nuevo sistema”.
En este sentido, detalló que actualmente la Propaem clasifica el cumplimiento normativo por tamaño del sector, desde excelencia, destacado y deseable; a través de los certificados de Industria Limpia, dirigida a las que cuentan con procesos productivos.
Empresa Limpia para la que tienen un compromiso ambiental y legal; así como el de Logro Ambiental, dirigido a los pequeños productores, este último implementado durante la presente administración el cual busca ampliar el espectro de la certificación.
Dicha certificación en materia ambiental, permite mejorar los procesos productivos de las industrias y su competitividad a nivel nacional e internacional, ya que esto además de reducir sus emisiones contaminantes al medio ambiente, ofrece la posibilidad de tener un ahorro en el consumo de energía y evitar sanciones por incumplimiento a la normatividad ambiental.
