Ayudar al prójimo que se encuentra en peligro es el gusto que experimentan paramédicos de Rescate Municipal, de la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Tránsito Municipal (DGSCyTM) de Ixtapaluca.
Luis Alberto Godínez, técnico en urgencias médicas nivel intermedio, en dicha corporación, destacó que el desgaste en su profesión no se siente por el gusto de ayudar al prójimo y el riesgo al que están expuestos no se percibe por el estrés constante y la adrenalina, pasando esto, llegan a experimentar sueño, sed y cansancio.
Por eso, dijo, es importante que el personal tenga una alimentación balanceada, disminuya el consumo de carnes rojas, azúcares y grasas, aumente el consumo de carbohidratos y verduras; y hagan ejercicio.
En la labor del servicio de emergencias, destacó, es importante no demostrar sentimientos hacia el paciente, pues de lo contrario no se podría realizar adecuadamente la atención.
Las ambulancias en el servicio de emergencias pueden ser básicas y de soporte avanzado. Las primeras tienen lo esencial para brindar una primera atención; un tanque de oxígeno medicinal, anaqueles para atención vía área con mascarillas, válvulas, bolsas y puntas nasales.
Cuando el personal de las unidades médicas acude a una emergencia debe ir a no más de ochenta kilómetros por hora y con el control de la sirena.
Durante la atención, van al menos tres paramédicos y es recomendable que un familiar esté a bordo de la ambulancia.
De acuerdo a la gravedad del paciente se le traslada al hospital más cercano para que sea estabilizado o a un hospital de tercer nivel, según sea la lesión.
En caso de que el lugar donde se encuentra el paciente es de difícil acceso o si hay tráfico, se solicita apoyo al grupo Relámpagos.