Lleva un 85 por ciento de avance el Banco Biométrico, impulsado por la Secretaría de Seguridad del Estado de México, para la identificación de las personas que se encuentran recluidas en los penales mexiquenses, con el objetivo de disminuir las extorsiones desde estos centros.
De acuerdo a datos de la Subsecretaría de Control Penitenciario, este avance significa la identificación de al menos 29 mil personas privadas de la libertad, de un total de 34 mil 157 internos que hay actualmente.
Se estima que sea a finales del presente año cuando se concluya con el 100 por ciento del registro, el cual incluye huella digital, fotografía y voz de la ppl.
Cabe destacar que a esta estrategia se suma la incorporación de sistemas de inhibición de señal de telefonía que dio inicio en el año 2018, en los Centros de Reinserción Social de Ecatepec, Tlalnepantla y Chalco.
En el 2020, el sistema de inhibición de señal se instaló en el penal de Cuautitlán, así como la primera etapa en Santiaguito, donde actualmente se lleva a cabo la segunda fase.
De enero a noviembre del presente año se han realizado un total de 71 intervenciones en las aduanas de los diferentes Centros Penitenciarios, para evitar la introducción de objetos, entre ellos equipos celulares, así como sustancias prohibidas.
Asimismo, para la detección y decomiso de teléfonos, las autoridades crearon un grupo especial de combate a la extorsión, el cual desde su puesta en marcha ha logrado identificar y desarticular a los generadores de este delito al interior de los penales.
Se estima que el 20 por ciento de las llamadas de extorsión que se hacen desde los penales están concentrados en los Ceresos de Veracruz, Tamaulipas y Estado de México, según el Observatorio Nacional Ciudadano.