El consumo de pulque ha registrado un aumento, esto debido a que se ha “puesto de moda” entre los jóvenes, expresaron productores, lo cual ha impulsado a las personas dedicadas a la elaboración de esta bebida, que era considerada por los antiguos para los dioses.
Pablo Zúñiga Romero, presidente de la asociación de magueyeros de San Isidro del Progreso y secretario de la Unión Territorial del Maguey en el Valle Teotihuacán, mencionó que en diferentes ferias y eventos culturales a los que han asistido, se observa que los jóvenes son quienes más consumen esta bebida.
Consideró que esto les ayuda, pues al incrementarse el consumo los productores son quienes se benefician, ya que por décadas han estado en el olvido.
Gracias a este auge, las autoridades de los tres niveles de gobierno han impulsado los proyectos productivos del maguey, con lo cual se estimula que las nuevas generaciones se inclinen por impulsar la producción y comercialización del maguey.
Precisó que al menos cinco municipios del Valle Teotihuacán aseguraron que el cultivo del maguey está permitiendo una gradual recuperación de esta planta típica de la región, gracias a la unión de esfuerzos entre pequeños ejidatarios que luchan por preservar las tradiciones y los empleos que de ello se derivan.
Cabe destacar que en el Estado de México, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) ha logrado elevar la producción en 100 por ciento, pues desde el 2014, cuando esta instancia inició las acciones de conservación, se tenía una producción de 200 mil plantas, cifra que se incrementó a 400 mil para el periodo 2015-2016.
Este maguey se produce en el Vivero Forestal Militar que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) opera en el municipio de Temamatla.
Por medio del Programa de Compensación Ambiental, beneficiarios de los municipios de Isidro Fabela, Acolman, San Martín de las Pirámides, Otumba, Tequixquiac y Texcoco han recibido 30 mil magueyes para que se integren a los procesos de producción y aprovechamiento en todas sus comunidades.