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Betzayde Belén vuelve a casa tras seis años de búsqueda

Familiares y amigos despidieron a Betzayde Belén. | Foto: Fernanda García.

Después de seis años de incertidumbre y lucha, el cuerpo de Betzayde Belén, desaparecida en 2018, fue localizado y entregado a su familia. Su madre, Susana Segura, pudo darle un último adiós con el apoyo del colectivo Flores en el Corazón, dedicado a acompañar a familias de víctimas de feminicidio y desaparición.

El cuerpo de Betzayde fue encontrado en la fosa común de Lerma, Estado de México, apenas dos semanas después de que se reportara su desaparición. Sin embargo, no fue hasta este año, gracias a una mesa de colaboración entre la Fiscalía General de Justicia del Estado de México y la Fiscalía de Jalisco, que se confirmó la coincidencia genética.

Este hallazgo puso fin a años de búsquedas en hospitales, Servicios Médicos Forenses y reuniones con autoridades.

Familiares y amigos despidieron a Betzayde Belén. | Foto: Fernanda García.

La lucha de Susana por encontrar a su hija

El 17 de septiembre de 2018, Betzayde salió de su casa en San Mateo Atenco para sacar unas copias. Al día siguiente tenía programada una entrevista de trabajo, pero nunca regresó.

Su desaparición no solo marcó a su familia, sino que también cambió por completo la vida de su madre.

Susana asumió la crianza de los tres hijos de Betzayde, quienes actualmente tienen 13, 12 y 9 años.

Esta responsabilidad la obligó a abandonar su empleo formal y a depender del apoyo de sus otros dos hijos y de programas sociales para salir adelante.

Además, se convirtió en madre buscadora, sumándose a actividades del colectivo Flores en el Corazón y a búsquedas en distintos puntos del país.

A pesar de las dificultades económicas, Susana participó en operativos, recorrió forenses y asistió a mesas de trabajo con la esperanza de encontrar a su hija.

“Llevaba seis años buscándola. La encuentro hace unos meses, lamentablemente en una fosa común”,

expresó Susana.

Un último adiós en casa

El cuerpo de Betzayde fue entregado a su familia. Una corona de flores y la presencia de sus seres queridos acompañaron su regreso.

Solo hubo tiempo para un rosario y una salva de palmas antes de su entierro, que debía realizarse antes de las 16:00 horas.

“Que ella regrese a casa significa muchísimo. Es una tranquilidad. Lo único que pedíamos era que ella volviera, de la manera que fuera, pero que volviera a casa”,

declaró su madre.

Susana reconoció la ropa de su hija y afirmó que siempre supo que era ella. Aunque la desaparición ha llegado a su fin, ahora inicia otra lucha: la exigencia de justicia.

“Ojalá que algún fiscal me escuche, que alguien me escuche para que se haga justicia, que no se quede impune”,

insistió.
Familiares y amigos despidieron a Betzayde Belén. | Foto: Fernanda García.

Feminicidios en el Estado de México

El caso de Betzayde es un ejemplo de la crisis de violencia que enfrentan las mujeres en el Estado de México. En 2018, la entidad registró 106 feminicidios, ubicándose en el primer lugar a nivel nacional, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

En 2017, el Estado de México había ocupado el cuarto lugar nacional con 57 casos de feminicidio, lo que refleja una tendencia al alza en los últimos años.

Exigencia de justicia

Susana afirmó que continuará luchando para que el caso de su hija no quede en el olvido.

“Se acaba el infierno de la desaparición, pero ahora empieza la lucha por la justicia. Betzayde dejó a tres hijos que dependen de mí. Lo único que pedimos todos es que se haga justicia”,

señaló.

El regreso de Betzayde a casa cierra un capítulo doloroso para su familia, pero también subraya la urgencia de atender las desapariciones y feminicidios en el país.

Para Susana, la búsqueda terminó, pero su lucha por la verdad y la justicia apenas comienza.

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