Se trata de un ex director de Educación Normal del Estado de México, en la administración de Alfredo del Mazo Maza, un hombre que -literalmente- llegó al cargo en un Tsuru, y salió del encargo en un BMW, vehículo de alta gama que usaba para el diario. Se trata de Edgar Orozco Mendoza, hombre que “charoleando” con la amistad que sostenía con el ex mandatario estatal, aprovechó toda su gestión para usar las normales como “cajero automático” y miles, millones de pesos sirvieron para cumplir caprichos personales y llenarse los bolsillos de dinero público.
Orozco Mendoza, saqueó las 36 normales a placer, pues su presunta amistad y protección del ex gobernador le permitió, incluso, extorsionar a quienes se oponían a sus decisiones. Nada de negarse a las aportaciones voluntarias para sus lujosos regalos de “cumple” o fin de año. Nada de negarse a pagar las facturas por miles y millones de pesos por las vacaciones con su familia o las fiestas -bacanales- en donde el alcohol y los excesos eran distintivo para él y sus cercanos.
Hermano de Jaime Orozco Mendoza, supuesto encargado de las finanzas y caja chica de la administración Delmacista, exigía se cumpliera todo lo que ordenaba, aun cuando no se tuvieran bases legales para hacerlo, y llevaron a cabo el encargado y responsable de plazas, el ex subdirector de educación normal o el contador de la dirección, millones de pesos tuvo a su disposición.
Quienes lo conocen, aseguran saqueó las 36 normales y dentro de las versiones, convertidas ya en una especie de leyenda normalista, aseguran Edgar Orozco Mendoza, exigía cuotas mensuales -mismas que debían o tenían que ser entregadas en efectivo al contador Jaime Hernández, él a su vez recibía las órdenes de qué hacer con las “aportaciones”. Cabe destacar, quienes no estaban de acuerdo en eso, primero recibían una amonestación y si tampoco eso funcionaba, negaban la autorización de cualquier proyecto o compra, se les quitaba personal para complicar labores o -como sucedió en los últimos 3 años- fueron despedidos después de armarles todo un expediente de supuestas irregularidades.
Los múltiples viajes realizados por Edgar Orozco Mendoza, su particular y acompañantes, debían ser pagados por la administración de las normales, pues por supuestos viáticos, aviones, hoteles y más, debían estar etiquetados como representación del Gobierno del Estado de México, incluso alguno que otro como representante personal del Ejecutivo.
Orozco Mendoza, armó todo un entramado para tener acceso a los recursos financieros, por ello, colocó como directores a amigos en los planteles donde se sabía llegarían recursos económicos importantes, esto con el fin de tener acceso a ellos sin el menor problema. Obviamente, lo que “surgiera por fuera”, podría ser utilizado por ellos sin ningún problema.
Lo absurdo de su comportamiento no tuvo freno alguno, pues nadie se atrevía a incomodar al amigo del ex gobernador Alfredo del Mazo Maza, así fue que Edgar Orozco Mendoza, otorgó plazas a personas que no cumplían con el perfil requerido y que en su momento servían como una especie de acarreados y gestores en eventos, donde por cierto, también era proveedor, regaló plazas como si se tratara de volantes promocionales a amigos de su familia, a sus hijos, esposa y sobrinos.
Por supuesto, también puso a subasta plazas, horas clase y tiempo completo, todo iniciaba con algo así como 200 mil pesos, dinero que se entregaba en efectivo o se depositaba a cuentas, donde no se le pudiera relacionar. Por cierto, algunos de quienes dieron el dinero jamás recibieron las plazas. Un sexenio en donde pasó de un modesto Tsuru a uno de gama alta BMW.
Por supuesto, hay los suficientes elementos para que la administración de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, investigue sobre los excesos cometidos por el nuevo millonario Edgar Orozco Mendoza, durante su gestión al frente de la dirección de Normales. Sobran quienes pueden aportar más información sobre las formas en cómo desviaba recursos económicos y los mandaba a una empresa de su propiedad. (Primera parte)