Ya que sus labores pueden incluir tareas como limpiar la casa, cocinar, lavar y planchar la ropa, cuidar de los niños, de los ancianos o de los miembros enfermos de la familia, así como realizar tareas de jardinería, vigilancia o en algunos casos de chófer y hasta ocuparse de las mascotas del hogar, la Secretaria del Trabajo en el Estado de México, Martha Hilda González Calderón, celebró el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para reconocer los derechos de las empleadas domésticas.
Al considerar que este era una deuda pendiente con las empleadas del hogar, pues en muchos casos pareciera un tema incluso de esclavitud, al no tener un horario fijo, ni prestaciones y la gran carga laboral, señaló que tras esta decisión, el siguiente paso será trabajar arduamente para contar con un registro real de la cantidad de personas que ejercen sus actividades en este rubro.
En este sentido comentó que en el caso de la entidad no existe un padrón confiable de este tipo de trabajadoras, ya que existen dos modalidades, las que laboran “de entrada por salida” y aquellas que duermen en la casa de sus patrones y cumplen con prácticamente todo el día de jornada.
Por ello consideró necesario que el plazo de los tres años para que el Instituto Mexicano del Seguro Social pueda establecer el marco jurídico para estas coberturas sociales se reduzca y sea aprobado por el Legislativo federal en un tiempo menor; además de que se tendrán que establecer campañas para llevar esta información a todas quienes están ejerciendo este oficio.
Finalmente precisó que los argumentos que emitió la SCJN, son contundentes, por lo que no hay razones objetivas para dejar fuera a las trabajadoras domésticas de la seguridad social, ya que esta actitud es un acto totalmente discriminatorio.