Entre las soluciones para atenuar el grave desabasto de agua, están en recuperar áreas verdes, infiltrar agua de lluvia, reciclarla en los hogares y la industria.
Lo ideal es recargar y equilibrar los mantos acuíferos del Valle de México para no afectar a las futuras generaciones, así lo señaló el catedrático universitario de la UNAM y especialista en materia de la gestión del agua, Francisco Núñez.
En la época de estiaje, que concluye a finales de mayo con las primeras lluvias del año, se presentan diversas condiciones que agudizan la escasez de agua, explica.
Al haber más calor, hay más evaporación y la gente ocupa más agua al aumentar el consumo y la frecuencia con la que la gente se baña.
En otras palabras, baja la oferta del agua y sube la demanda.
Sumado a estos requerimientos, en la época de estiaje y en la de lluvia, se registra una alta pérdida por fugas de agua, se calcula que es cerca del 40 por ciento, de acuerdo con estudios de la ONU.
El especialista comenta que el problema por la pérdida de agua en fugas sólo se puede evitar con la modernización de la red de agua, que en la mayoría de los municipios data de varias décadas y es obsoleta.
Sin embargo, estos no generan recursos para la sustitución de las redes de agua.
Los organismos del agua tienen recursos escasos que en muchas ocasiones se canalizan a otras cosas, se carece de servidores públicos capacitados y con responsabilidad del cuidado del agua.
Por eso no hay programas de sustitución de regaderas tradicionales por ahorradoras de agua, ni de cambio o reparación de tasas de baño.
Los municipios deben generar fuentes propias del recurso, pero, principalmente, es urgente que impulsen una cultura de cuidado.
Francisco Núñez, remarcó que es indispensable que los gobiernos y los organismos de agua impulsen campañas masivas y personalizadas de racionalidad en el consumo de agua por parte de la gente.
El doctor en Administración Pública, resumió su opinión sobre la escasez del agua que cada vez se agudiza más por la falta de acciones: “Se trata de programas que los municipios deberían estar promoviendo, pero ante la inexperiencia y falta de conocimientos de la gran mayoría de los operadores de los organismos del agua, pues no se toman las decisiones adecuadas”.