El cierre de Takata (fabricante de bolsas de aire) abre una ventana de oportunidad a empresarios nacionales para ocupar el 30 o 40 por ciento del mercado que tenía cautivo la compañía; además de elevar los estándares para beneficio de los consumidores de automóviles y para el Estado de México, por su vocación, puede ser detonante para repuntar el sector automotriz.
La empresa japonesa se declaró en bancarrota en Estados Unidos y Japón, debido a problemas financieros por el escándalo de las fallas en sus bolsas de aire y que derivó en multas millonarias, situación que traerá consigo un impacto positivo para los proveedores nacionales.
La firma, proveedora de sistemas de seguridad para automóviles, como cinturones de seguridad, airbags y asientos para niños, tiene entre el 30 y el 40 por ciento de proveedores nacionales y una planta en Monclova, Coahuila.
El cierre de la misma tiene un impacto en el Estado de México, debido a que es uno de los principales receptores de inversión del sector automotriz, como lo demuestran las reinversiones que hacen las ocho armadoras de clase mundial que se encuentran instaladas en territorio mexiquense y que dan empleo a 45 mil trabajadores.
Para Ricardo Moreno Cárdenas, representante de la Asociación de Distribuidores de Autopartes en el Estado de México, el cierre de la compañía japonesa sí causa un impacto negativo porque se trata de una empresa que elabora un producto especializado de alta calidad como son las bolsas de aire, además de que impacta en los empleos que generaba, porque se trata de familias que se quedarán sin un sustento.
No obstante, también se debe admitir que existe la posibilidad de que otros proveedores nacionales puedan satisfacer la demanda que deje en el mercado, lo cual brinda un área de oportunidad a otras empresas. Lo que no es fácil suplantar son los empleos que se pierden, porque es mano de obra calificada que no se absorbe por otras compañías.
“El cierre de una empresa afecta y más cuando se trata de proveedores de un producto original, como son las bolsas de aire, además de que no hay en el mercado de repuesto”, reiteró.
En tanto, Gustavo Guadarrama, director de la Asociación de Distribuidores de Agencias Automotrices, consideró que el cierre de Takata no causará un impacto negativo en las armadoras en la entidad, debido a que existen diversos proveedores que pueden resolver la demanda.
“Si abastecen una parte importante del mercado nacional y extranjero, pero también es cierto que se puede reponer un proveedor de esa naturaleza, no sentimos que tenga un impacto significativo en los costos”.
Para el empresario existe oferta tanto nacional como extranjera que pueda abastecer la demanda del mercado, principalmente a las armadoras del Estado de México, además de que deja entrever la necesidad de elevar los estándares de calidad.
“La lección que nos deja este cierre es la necesidad de que siempre hay que ir innovando, desarrollando y haciendo pruebas para estar a la altura de los requerimientos del mercado”, concluyó Gustavo Guadarrama.