A la fecha, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), ha impulsado el otorgamiento de tres amnistías a personas privadas de la libertad, acusadas por un delito considerado grave, considerando que sus derechos fueron vulnerados por los juzgadores. 

Al respecto la presidenta de la Codhem, Myrna Araceli García Morón, señaló que recientemente lograron la amnistía -en abril del presente año-, para Virginia “N”, integrante de una comunidad indígena mazahua acusada de homicidio en grado de parentesco, caso que reunía varias categorías de vulnerabilidad: ser mujer, ser indígena, en extrema pobreza, con alto grado de discriminación y falta de una defensa técnica adecuada.  

Refrendando su compromiso de interceder en aquellos casos en donde existan pruebas fehacientes de vulneración a los derechos humanos, informó que en próximas fechas se estaría otorgando la amnistía número cuatro por casos especiales.

Esta amnistía, adelantó, sería otorgada para una mujer que de manera continua y por años, fue víctima de violencia y en algún ejercicio de legítima defensa privó de la vida a su perpetrador, siendo acusada y sentenciada.

“Se trata de una mujer sistemáticamente violentada al igual que sus hijos y que perpetró homicidio, el cual se agravó por el grado de parentesco, pero nunca fue tomado en cuenta el contexto de vulnerabilidad en la que vivía, e incluso el haber acudido en reiteradas ocasiones a las instituciones y a las leyes que el estado ha creado para protegerlas, las cuales, no le dieron la protección que necesitaba”, explicó. 

 “Este es un llamado a los juzgadores, que hacerlo con perspectiva de género no sea sólo una moda, que se quede solamente en un protocolo de actuación y en aquellos casos donde no se actúe así, estaremos presentando amnistías como la que habremos de realizar”, dijo. 

Por otra parte, indicó que se estará presentando otra solicitud de amnistía para una persona con discapacidad, tratándose de un varón aparentemente perpetrador de un delito; sin embargo, García Morón, aseguró que las reglas del juicio y de la lógica infieren que era materialmente imposible que hubiera cometido el delito.