La liberación de los precios de las gasolinas, así como la presencia en el mercando mexicano de empresas diferentes a Pemex, que buscan generar competencia y así vender combustibles a precios que fijen la oferta y la demanda, es un beneficio que no se verá a corto plazo, así lo señaló el economista Aldo Vigueras García.
Según el calendario establecido por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), se prevé que al término de noviembre, aproximadamente 90 por ciento de las gasolinerías del país, entre ellas, las que se encuentran ubicadas en el Estado de México, vendan los combustibles a partir de la oferta y la demanda.
Entre los aspectos a destacar, por parte de la CRE, se encuentra la transición de un modelo de proveedor único de combustibles, a uno de competencia, que a la fecha registra 26 marcas, incluida Pemex, las que compiten en el mercado por la preferencia del consumidor.
Por el momento, para los habitantes de la entidad, esta situación no se refleja en los bolsillos de quienes son propietarios de un vehículo, ya que los precios son los mismos y la única novedad es la aparición de nuevas marcas de estaciones, que por probar algo diferente, la promesa de un mayor rendimiento y la venta de litros de a litro, automovilistas generan largas filas y esperan hasta 30 minutos para llenar el tanque.
Vigueras García, académico de laUniversidad Nacional Autónoma de México, indicó que a partir del gobierno de Felipe Calderón empezó a subir gradualmente el precio de la gasolina, de manera constante, hasta la presente administración.
“Cuando se aplica ya la reforma energética y se liberaliza el precio (de la gasolina), prácticamente se queda en un nivel alto, por lo que el precio de la gasolina, ya viene afectando el poder adquisitivo de las familias desde tiempo atrás”, explicó.
Indicó que en estos momentos el precio de los combustibles ya se estabilizó, pero no han bajado, ni va a bajar, por el hecho de que las estaciones de servicio al público, siguen siendo en su mayoría de Pemex y a pesar de la aparición de nuevas marcas, el precio del combustible se va a mantener, mientras no exista una competencia real.
“No creo que bajen las gasolinas a corto plazo, hasta que haya un competidor que pueda ganarle el mercado a Pemex, entonces sí va a venir una guerra de precios, mientras no, porque Pemex, sigue teniendo el control de la mayoría de las estaciones”, puntualizó, el economista de la UNAM .
Automóviles, una necesidad
Vigueras García señaló que en México las políticas públicas han incentivado el uso del vehículo particular, más que el del transporte.
El experto indicó que tener un automóvil,que no es una inversión, sino un gasto, es una necesidad de las personas, quienes se tienen que trasladar a grandes distancias y no encuentran en el transporte público una opción viable, eficiente, ni segura, por lo que prefieren gastar en promedio dos mil pesos en gasolina.
“Es una necesidad (tener vehículo), por ejemplo yo me trasladado del aeropuerto y voy hasta Cuautitlán, si me fuera en transporte público haría dos horas y aparte el Estado de México, tiene un transporte deficiente, caro e inseguro”, detalló. Señaló que dependiendo del ingreso de las personas, una familia promedio, que cuenta con un automóvil, gasta en gasolina cerca del 20 por ciento de sus ingresos.
Indicó que las personas que ven este impacto en el consumo de gasolina, principalmente pertenecen a la clase media, aunque, quienes no cuentan con un vehículo, el precio y el aumento en los combustibles, les impacta en el costo del pasaje, del transporte público.
Manifestó que las personas que tienen un vehículo o piensan adquirir alguno, deben analizar y cubrir en primera instancia sus necesidades básicas, como alimento, vestido, salud y vivienda y a partir de ahí determinar si sus ingresos les permiten costear el uso y mantenimiento de un automóvil.