En demanda al cese de la tala clandestina que está acabando con el llamado “Bosque de Agua” de la zona otomí-mexica, comuneros mantienen el bloqueo en la carretera Tlazala-Otzolotepec, a la altura del Llano de la Orca.
La carretera que conecta a los municipios de Isidro Fabela con Otzolotepec, fue bloqueada desde el pasado 17 de octubre con tierra, palos y piedras, además se colocaron mantas en las que se advierte que no hay paso, por lo que se cumplen más de 27 días de esta situación.
De acuerdo a los ambientalistas de Asamblea Ciudadana Micelio Jilotzingo, el bloqueo se realizó tras el hartazgo de la nula acción de las autoridades para poner un alto a los aserraderos clandestinos y la tala de árboles que se realiza por parte de delincuentes que ya se han conformado en mafias.
En entrevista para Capital Edoméx, los integrantes de la Asamblea detallaron que estos delincuentes organizados cuentan con los llamados “halcones”, quienes, en su mayoría, son jóvenes en motocicletas que avisan de los operativos que realizan las autoridades, provocando la huida de los llamados talamontes, sin que se registren detenidos.
Los talamontes, precisaron, llevan a cabo la tala ilegal en las profundidades de los bosques, donde tienen tiempo suficiente para huir en caso de algún despliegue de elementos de seguridad.
Ante este panorama, urgieron la instalación de un cuartel de elementos de la Guardia Nacional, para inhibir la entrada de quienes se quieren aprovechar de los bosques de manera ilegal.
Los integrantes de la Asamblea Ciudadana Micelio Jilotzingo, informaron que fue desde hace seis años cuando comenzó a incrementarse la presencia de talamontes, debido a que el entonces Gobierno de Alfredo del Mazo Maza no renovó el convenio con la federación, a través del cual elementos de Probosque (Protectora de Bosques) asumían la responsabilidad de inspección y vigilancia de los bosques del Estado de México en coordinación con autoridades federales.
Si bien ese convenio no fue renovado, sí se renovó el convenio de aprovechamiento forestal, dejando en vulnerabilidad a los bosques de la entidad, apuntaron.
Los ambientalistas, señalaron a la tala clandestina como una de las razones de la sequía que se registra en el Valle de México, pues reconocieron que cada vez es menos el escurrimiento de agua a los mantos acuíferos de esta zona, debido a que existen menos árboles.
Actualmente, habitantes de la comunidad de Otzolotepec, Jilotzingo, Temoaya e Isidro Fabela, que conforman este bosque de agua, registran una disminución del vital líquido, lo que significa que de no llevarse acciones precisas contra la tala ilegal de árboles, así como en materia de reforestación, menos agua comenzará a bajar a las presas que abastecen de agua al Valle de México, empeorando la situación de la sequía.