Bajo la vigilancia de dos mil policías federales y estatales, se reanudaron las obras del Tren Interurbano México-Toluca, en el tramo del kilómetro 31+200 al 34+400 de la línea férrea, luego de tres meses de suspensión tras el amparo interpuesto por comuneros de Acazulco y Coapanoaya, del municipio de Ocoyoacac, el cual fue sobreseído (suspendido), el pasado 22 de marzo por el juez de Amparo y Juicios Federales en el Estado de México.
El representante de la Dirección de Desarrollo Ferroviario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) del gobierno federal, Luis Loria, informó que se solicitó la presencia policiaca para prevenir incidentes en el reinicio de las actividades en el tramo uno del proyecto que están a cargo de las empresas CTBM y Peninsular, que a lo largo de 57 kilómetros llevan un avance de 84 por ciento.
Notarios y representantes de la Comisión de Derechos Humanos, acudieron al lugar para dar fe que los uniformados no portaran armas de fuego y su presencia sólo era proteger a los trabajadores y maquinaria; su permanencia será por el periodo que las empresas constructoras consideren necesaria.
Mencionó que la obra será entregada de acuerdo a lo programado, aunque por su complejidad, hay puntos donde se trabaja de manera forzada por la convivencia con la carretera y otras cuestiones, pero es un atraso lógico.
El amparo interpuesto por los comuneros fue por el daño a la ecología y mantos freáticos de la zona, pues solicitan agua y un proyecto de desarrollo sustentable, no dinero.