Son más propensas a desarrollar cáncer de cuello uterino, las mujeres que padecen virus del papiloma humano, virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), aquellas que hayan fumado por largos periodos, que tengan o hayan tenido muchas parejas sexuales, así como haber empezado su actividad sexual a edad temprana, entre otros factores.
Gabriela Sebastián Barajas, oncóloga especialista del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM), informó que, en el Centro Oncológico Estatal “Dr. José Luis Barrera Franco”, las pacientes llegan en etapas clínicas avanzadas, las cuales representan un 80 por ciento de atención en este nivel hospitalario.
Lo anterior, explicó, deriva principalmente por la falta de chequeos o la realización periódica de exámenes de papanicolaou, teniendo que ser intervenidas en tratamientos de quimioterapia, radioterapia y braquiterapia por cáncer de cuello uterino.
“En el ISSEMyM, contamos con la tecnología necesaria para tratar éste y otros tipos de carcinomas en cualquiera de sus etapas, ya que éste es uno de los pocos centros a nivel nacional que cuenta con tratamientos de braquiterapia, indispensable para ofrecer la mejor atención a las pacientes”, expuso.
Sebastián Barajas, recomendó la prevención del VPH, a través de la vacunación primaria a niñas a partir de los 11 años, y la prevención secundaria por medio de la prueba de papanicolaou, esta última deberá realizarse en aquellas mujeres que hayan iniciado una vida sexual activa.
La especialista indicó que existen diferentes tipos de vacunas; la bivalente, que brinda una protección a los serotipos más agresivos que provocan la mayor incidencia de cáncer cervicouterino, la tetravalente, enfocada a verrugas genitales, entre otras, por lo que hay que buscar las alternativas especializadas que correspondan a los casos y necesidades específicas.