Por Eduardo Velasco
Miles de mexiquenses se dieron cita este viernes en templos católicos, para conmemorar la fiesta de la Candelaria y rememorar la presentación del niño Dios, a los 40 días que naciera a través de imágenes vestidas con vistosos vestuarios, como ocurrió en la catedral de Tlalnepantla.
Desde temprana hora miles de feligreses se dieron cita en la Catedral, sede de la diócesis, que congrega a la mayoría de los municipios de la zona norponiente del Valle de México, con sus imágenes, que eran cargadas con afecto y calidez, como si se tratara de sus propios hijos.
Conforme transcurrían los minutos, las bancas se ocupaban de mujeres y hombres, que cuidaban y revisaban cada detalle de la vestimenta de sus niños Dios, quienes en su mayoría portaban vestimentas nuevas, en su mayoría de color blanco, como los ropones que portan los niños en sus bautizos.
Un elemento sustancia de la celebración fueron las velas, conocidas anteriormente como candelas, de ahí el nombre de la festividad de la. Candelaria, las cuales fueron encendidas, en alusión a que Cristo es la luz del mundo.
A través del sermón, se explicó, que a pesar de que a esta celebración tradicionalmente se le conoce como el día de la Candelaria, el motivo central de la celebración, es la presentación del niño Dios a sus 40 días de nacido, como la marcaba la Ley de Moisés, para las mujeres que tenían a su primogénito.
Al final de la liturgia, los feligreses tuvieron la oportunidad, de recibir la bendición de sus imágenes, a través de una oración y de agua bendita, que se brindó a los niños dios y a los pequeños que acompañan a sus padres.
Los fieles destacaron su fervor por la imagen de Jesús siendo niño y consideran la celebración de la Candelaria, como una celebración , la cual representa una para la mayoría una tradición, que representa esperanza y renovación.
“Es una tradición venir con nuestros niño dios, que nos heredaron nuestros padres y espero que nuestros hijos también lo hagan “ expresó Rosa María Sánchez, vecina de la zona centro de Tlalnepantla, que cada asiste con su familia a la catedral, para ser parte de esta celebración.
Joel Estrada Mondragón, vecino de Atizapán de Zaragoza, expresó que la imagen del niño dios, es un símbolo de esperanza y amor, por lo que le tiene una gran devoción, por lo que cada año hace un esfuerzo para cómprale ropa nueva su pequeño.