En el Estado de México se utilizan agroquímicos que están prohibidos en Estados Unidos y Europa, lo cual ocurre en mayor medida en la zona florícola, denunció la presidenta del Movimiento Ecologista en la entidad, Luz María Gómez Ordóñez.
No se debe perder de vista que los abonos, pesticidas y plaguicidas químicos son medios empleados por algunas multinacionales que buscan beneficios elevados a toda costa, sin preocuparse por el daño ambiental que provocan, lo que es un aspecto que no deben perder de vista las autoridades.
El abuso de estos métodos es práctica habitual de empresas que sólo buscan incrementar la producción, sin tener en cuenta los problemas de salud.
La sustitución del modelo de la agricultura tradicional por modelos agroindustriales intensivos ha dejado postergado al medio ambiente y a sus habitantes, sin embargo, la contaminación agroquímica es una de las más peligrosas en la actualidad.
Entre los efectos más perjudiciales para la salud de personas que habitan en zonas de contaminación agroquímica podremos encontrar leucemia, afecciones respiratorias, mutaciones, malformaciones genéticas y hasta pérdidas de embarazos.
Los principales productos y más dañinos en este aspecto son aquellos químicos concentrados, defoliantes, pesticidas, plaguicidas fitosanitarios o biocidas que con el fin de controlar las distintas plagas dejan en el aire elementos químicos muy peligrosos para cualquier habitante de la zona.
Gómez Ordóñez comentó que sería interminable la lista de problemas. Si comenzamos con la parte atmosférica, la contaminación es grave en el Valle de México y la región de Toluca no es la excepción. “En el caso de la contaminación de suelo, existe gran uso de pesticidas que operan sin control alguno en el Estado de México”, finalizó.