Fue desarticulada una presunta célula criminal del Cartel Jalisco Nueva Generación en el municipio de Nicolás Romero, tras la detención de 10 policias municipales y 11 civiles más, vinculados al homicidio de al menos 10 personas cuyos cuerpos fueron ubicados en dos pozos que fungieron como fosas clandestinas; aún existen 5 órdenes de aprehensión contra policías municipales, entre ellos el director de Seguridad Pública, el cual se dio a la fuga.
Derivadas de diversas denuncias de personas desaparecidas fue como las autoridades de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), en coordinación con la Comisión de Búsqueda de Nicolás Romero y el Servicio de Urgencias Medicas, lograron identificar a este grupo criminal.
Tras las investigaciones, el 22 de abril se localizó un predio en la colonia El Mirador, en la comunidad San Francisco Magú, donde fueron hallados los restos humanos de 10 víctimas, que habían sido arrojados a dos pozos que fueron excavados en el lugar.
El Pozo Uno, que se encontraba a un lado del predio, se localizaron restos humanos de 9 víctimas, entre las cuales se encontraban 4 operadores del servicio de transporte por aplicación, que correspondían a fichas de búsqueda levantadas por sus familiares.
A 300 metros de ese sitio, fue ubicada otra excavación identificada como “Pozo Dos”, de donde se extrajeron restos humanos de una víctima más.
De acuerdo a las investigaciones y los estudios forenses realizados, los cuerpos encontrados presentaron signos de tortura y se identificó que la mayoría de ellos murieron por traumatismo craneoencefálico severo, contusión y traumatismo profundo de tórax, luxación occipitoatloidea y laceración de paquete neurovascular, entre otras. Ninguno presentó disparo por arma de fuego.
Los estudios fueron sustentados también con el hallazgo de videos localizados en teléfonos celulares obtenidos como parte de las indagatorias, donde también las autoridades pudieron observar que algunas víctimas fueron arrojadas a los pozos aún con vida.
Las excavaciones para los pozos se realizaron con maquinaria especializada, según indicaron autoridades de la Fiscalía; el primero de ellos mide cuatro metros de diámetro y 40 metros de profundidad, en tanto el segundo tiene un diámetro de un metro y 30 de profundidad.
En el lugar, no se observó la tierra extraída del proceso de excavación, por lo que se infiere que fue retirada para dificultar la existencia de esos pozos.
Las investigaciones continúan a efecto de localizar y capturar al resto de los integrantes de la red criminal y de complicidad responsable de estas muertes, sicarios identificados como alias “El 50” y alias “El 24” son objetivos prioritarios, así como cinco policías municipales, entre los que destaca el director de seguridad de Nicolás Romero.