“Inocente palomita que te dejaste engañar”, es la frase popular del Día de los Santos Inocentes; sin embargo, a pesar de conocerla, los mexiquenses ya no la utilizan, pues sólo dos de cada 10 llegan a hacer una broma el 28 de diciembre.
En un sondeo realizado por CAPITALMEDIA, seis de 10 mexiquenses indicaron haberla aplicado en algún momento de su vida; no obstante, actualmente ya no lo hacen.
Ramón, de Cuautitlán Izcalli, comentó que “yo lo hice, pero cuando iba en secundaria y fue pedir dinero a mis amigos, pero sí se los terminé regresando, sólo lo hacíamos por diversión en el momento”.
Por su parte, Álvaro Velázquez, habitante de Nicolás Romero, platicó que “cuando era joven luego le jugaba bromas a mi mamá por ese día, llegaba a la casa gritando que estaba temblando, mientras ella dormía, pero después ya no me creía”.
Actualmente Álvaro tiene una familia y fue víctima de uno de sus vecinos, quien le pidió 50 pesos un 28 de diciembre y no se los regresó: “fue hace como dos años. El señor vino normal a decirnos que si le prestábamos 50 pesos y se los dimos, después mi esposa se los fue a pedir y nos dijo que no, que había sido Día de los Inocentes y no los iba a regresar”.
Los jóvenes, por su parte, indicaron que sí conocen la frase pero sólo cuatro de cada 10 hacen bromas, los otros seis se mostraron indiferentes ante el tema.
Referente bíblico
Esta fecha tiene un referente bíblico; sin embargo, existe una combinación con la cultura de la Edad Media.
En entrevista para CAPITALMEDIA, el padre José de Jesús Aguilar, representante de Radio y Televisión de la Arquidiócesis de México, explicó que el Día de los Inocentes recuerda cuando el Rey Herodes mandó a matar a los niños de Judea, menores de dos años, luego de que nació Jesús, el hijo de Dios, por miedo a que le quitará el reino.
Recordó que fueron tres sabios del oriente los que llegaron al Palacio de Jerusalén, con Herodes, pensando que ahí había nacido el hijo de Dios y éste, al enterarse, les quiso tender una trampa y pidió que regresarán para que le dijeran dónde había nacido y así, acabar con él. No obstante, un ángel avisó a los sabios y a José, esposo de María, sobre las intenciones de Herodes.
Por ello, los sabios, mejor conocidos como Reyes Magos, decidieron tomar otro camino para regresar a sus tierras; en tanto, María y José partieron hacia Egipto.
Esta historia “se combinó con las fiestas que se celebraban después de Navidad en la Edad Media”, detalló el sacerdote José de Jesús Aguilar, “había un tiempo de vacación para todos los dirigentes, sean religiosos, políticos, estatales, en fin, y la gente tomaba su lugar para hacer bromas, dictando leyes totalmente absurdas, disfrazándose como se vestían ellos y ridiculizándolos, cometiendo todo tipo de abusos”.
Fiesta de los locos
Asimismo, narró que “lo más popular era pedir prestado algo y regresarlo hasta el 2 de febrero, o bien, pegarles cola de tela o de papel a las personas sin que se dieran cuenta, o un papel en la espalda donde dijera soy un tonto”.
Las fiestas de la Edad Media eran llamadas “La fiesta de los locos”, pero “llegaron al exceso de muertes, abusos, violaciones y fue el hijo de Carlos Quinto, el emperador Felipe Segundo, quien la suprimió y entonces como esas fiestas duraban desde la Navidad hasta el Año Nuevo, la gente buscó la forma de conservarlas”, indicó el sacerdote.
Por ello, explicó José de Jesús Aguilar, la gente adoptó la palabra “inocente”, confundiéndola con “ingenuo”, que es aquél que se deja engañar, y así decidieron que en el Día de los Santos Inocentes se podría celebrar la fiesta.
“En España tenían una cantaleta que decía: el Rey Herodes mandó a Pilato, Pilato mandó a su gente y el que presta este día es un inocente. Pero cuando la cantaleta llegó a México se cambió radicalmente y aquí se dice: Inocente Palomita que te dejaste engañar hoy por ser Día de los Inocentes no te lo vuelvo a regresar”, puntualizó el presbítero José de Jesús Aguilar.