Cada batalla tiene sus héroes, y en la lucha contra el coronavirus los integrantes de las Brigadas Epidemiológicas del sector salud mexiquense han mostrado su valor, entrega y un gran esfuerzo que les ha permitido salvar muchas vidas, ya que su labor en esta contingencia es detectar y canalizar casos positivos de COVID-19 a través de un meticulosos proceso de análisis.
Lejos de que el temor a un contagio les impida realizar su labor cotidiana, los integrantes de estas brigadas se sienten orgullosos de contribuir a frenar la propagación de este virus, y algunos de ellos ven en esta contingencia la oportunidad de mostrar su compromiso con la salud de las familias del Estado de México.
“Ha sido un gran reto, creo que muchos estamos con el miedo diario de que nos podamos llegar a contagiar y sin embargo todos los días salimos adelante, digo, ¿si no lo hacemos nosotros, quién más lo podría hacer?, creo que esto nos llena de orgullo; primero como profesionales de la salud, como mexiquenses, finalmente como mexicanos.
“Creo que es una gran oportunidad para mostrar la valía del personal de salud a nivel nacional, lo importante que es tener un sistema de salud adecuado para que en cuanto vengan este tipo de situaciones, de retos, se puedan llevar a cabo de la forma más adecuada posible y poder salvar la mayor cantidad de vidas posibles”, expresó Saúl Pérez Cuevas, médico adscrito a la Unidad Epidemiológica de la Jurisdicción Sanitaria de Toluca del ISEM.
El trabajo que desarrollan las 284 brigadas distribuidas en el Edoméx tiene como base un minucioso procedimiento, en el que prevalece la atención especializada a personas contagias o posibles casos.
Para tomar muestras de COVID-19, cada brigada hace una entrevista de alrededor de 25 minutos al paciente, de manera presencial o vía telefónica, para llenar el formato denominado Estudio Epidemiológico de Caso; se captura la información en la plataforma SINAVE SISVER para generar un folio y los considerados “casos sospechosos” son citados en un centro de salud ese mismo día o al siguiente.
Posteriormente, los especialistas toman una muestra que, junto a otras, es embalada y se dedica especial atención a que los datos de la persona correspondan con los análisis, por lo que se tarda hasta 30 minutos en este procedimiento; después el Laboratorio Estatal de Salud Pública recibe las muestras para analizarlas.
Cada prueba pasa por un estricto proceso de desembalaje y etiquetado, con una duración aproximada a cinco horas, ya que una muestra puede ser rechazada por tener una temperatura superior a 8 grados, a falta de refrigerantes en el termo, o también son desechadas aquellas derramadas que contaminan a otras; luego se realiza la extracción y el análisis mediante el proceso de reacción en cadena de la polimerasa.
En la siguiente fase, los expertos interpretan los resultados mediante una exportación de base de datos de manera electrónica para el reporte final del estudio y, por último, el paciente recibe una llamada telefónica en donde se le notifica el resultado de su análisis, en un lapso que puede ser de 48 a 72 horas.
Además, los miembros de este equipo de profesionales del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), monitorean cada día los casos riesgosos, con la finalidad de identificar de inmediato cualquier posibilidad de un brote.
“Cuando nosotros tenemos pacientes con una sospecha franca de coronavirus, nosotros realizamos un seguimiento telefónico de forma diaria. ¿Qué hacemos?, monitoreamos principalmente que el paciente no vaya a desarrollar dificultad respiratoria, vamos viendo la evolución de los síntomas, nosotros llegamos a prescribir un manejo sintomático y vamos viendo la evolución del paciente.
“Si en algún momento el paciente nos refiere dificultad para respirar, nosotros establecemos la comunicación hospitalaria para la referencia oportuna y evitar complicaciones”, especificó Michel Esquivel Martínez, médico responsable de Urgencias Epidemiológicas y Desastres de la Jurisdicción Sanitaria de Toluca del ISEM.
Michel Esquivel y Saúl Pérez, son médicos que forman parte de estas brigadas y ellos desarrollan su trabajo en los municipios de Toluca, Metepec, Almoloya de Juárez y Zinacantepec, donde han atendido, orientado y escuchado las inquietudes de cientos de ciudadanos que carecen de seguridad social, quienes encontraron en ellos una guía insustituible para estar informados y saber qué hacer cuando se es portador de esta enfermedad o sospechar tenerla.
Los médicos que integran estas brigadas aseguran tener la preparación y los conocimientos necesarios para ganarle la batalla al coronavirus, y su mayor motivación es que su esfuerzo sirva para salvar más vidas, a la par de frenar la trasmisión de este virus que ha puesto en jaque al mundo.
“Nosotros llevamos cinco años en la parte de las contingencias, realmente sí es un gran reto, toda contingencia conlleva una estrategia diferente; por el tipo de población, por el lugar, el clima, los medios, todo representa un reto.
“Hemos tenidos situaciones de estrés, pero afortunadamente el equipo ya está muy sensibilizado, todos tomamos las medidas necesarias para con nosotros, con nuestra familia, pero cuando alguno siente algún temor de algún tipo, digo no estamos exentos de nada, procuramos darle el apoyo necesario y reubicar en caso de ser necesario”, finalizó Michel Esquivel.