No hay torito en Naucalpan, porque en las galeras del palacio municipal no hay detenidos de primera ni de segunda y cuando un conductor alcohólico es detenido, después de que se le baja la cruda, tiene que pagar una multa de dos a tres mil pesos, afirmó el secretario del ayuntamiento Horacio Jiménez López.
Jiménez López dijo que gracias a los dispositivos y operativos de tránsito municipal que se realizan en diferentes vialidades, se ha logrado reducir el número de personas que manejan en estado de ebriedad. Aquí no se tiene Torito porque nos lo dejaron hecho ruinas, además, de qué privilegios goza la persona que pone en riesgo la vida de los demás arriba de un vehículo bebiendo desmesuradamente, para que lo tengamos dormidito en un sillón, y aquel que por no aguantar sus necesidades fisiológicas, tenga que estar en las galeras, no hay detenidos de primera ni de segunda.