Desde el 7 de julio, la familia de Diego Alberto Alonso Olín vive en angustia. A las 5:00 horas de ese día, Diego, un joven de 34 años, recibió una llamada, salió de su casa en la colonia Santa María de las Rosas en Toluca, tomó su motocicleta y no volvió. Desde entonces, sus seres queridos lo buscan.
Karimme, su hermana, relató que la situación es inusual, ya que Diego nunca solía salir de esa manera. Preocupados por su bienestar, su familia teme que esté privado de su libertad, aunque no han recibido llamadas de rescate.
“La Fiscalía (de Desaparecidos) dice que no lo encuentra, que van a hacer lo posible, pero que no lo encuentran”,
comentó Karimme.
Desesperada por la falta de respuestas, Karimme y su familia entregaron toda la información recabada durante su propia investigación a la Ministerio Público asignada en la Fiscalía de Desaparecidos.
Sin embargo, la falta de avances y la tardanza en las respuestas, dijo, han sido frustrantes.
“Las horas pasan, son vitales para encontrarlo con vida. Tienen todo y no hacen nada. Si alguien lo tiene, que sepa que no voy a parar hasta encontrarlo”,
expresó Karimme, quien prometió llegar hasta las últimas consecuencias para hallar a Diego.
El pasado sábado, Karimme se acercó nuevamente a la FGJEM en busca de actualizaciones sobre el caso, solo para descubrir que los fines de semana no se trabaja en la fiscalía.
Esta respuesta la motivó a convocar a un bloqueo en Paseo Matlazincas, frente al Centro de Justicia de la Mujer, donde se encuentra la Fiscalía de Desaparecidos.
Para presionar a las autoridades a que intensifiquen la búsqueda de Diego, Karimme organizó una protesta en la que la Perra Brava del Toluca, barra a la que pertenecía Diego, se sumó.
Los integrantes de la porra se unieron a la manifestación frente a la Fiscalía de Desaparecidos y permanecieron ahí hasta entrada la madrugada del domingo.
“Diego nos faltó en el estadio porque es un gran aficionado del Deportivo Toluca. Nos hizo falta. No tengo palabras para explicarlo, pero queremos a Diego de vuelta y no se vale que no hagan nada”,
declaró uno de sus amigos.
Con la ficha de búsqueda impresa, cartulinas y la exigencia de que se aceleren las pesquisas, los manifestantes pidieron que Diego Alberto Alonso Olín regrese a casa con vida.
El día de su desaparición, Diego vestía pantalón de mezclilla azul, chamarra azul, botas color camel y su casco negro con detalles plateados.
La comunidad y la familia de Diego continúa en la espera respuestas, decididos a no descansar hasta encontrarlo y traerlo de vuelta a casa.