Aunque un resfriado y una alergia son enfermedades diferentes, suelen confundirse por ser tan parecidas en sus síntomas y eso puede ocasionar un tratamiento no adecuado de las mismas.
Monserrat Huerta Hernández, coordinadora médica de la Clínica de Consulta Externa Lerma Ignacio Allende Bicentenario del ISSEMyM, señaló que a pesar de que ambas patologías afectan las vías respiratorias superiores, existen características específicas para cada padecimiento.
La rinofaringitis, mejor conocida como resfriado común, tiene datos propios de una infección como fiebre, malestar general, dolor localizado en faringe, dolor de cabeza y mucosidad, sin necesidad de que ésta tenga una coloración específica, ya que la pigmentación depende de la cantidad de agentes extraños que capte el organismo.
Mientras que la rinitis alérgica está caracterizada por estornudos en forma continua e irritación en la conjuntiva con lagrimeo constante, puede llegar a presentar dolor en la región frontal o nasal y dichos síntomas aumentan en épocas de polinización, cambios de clima o de acuerdo con las estaciones.
Huerta Hernández reiteró que no todos los resfriados requieren un tratamiento con antibiótico, ya que la mayoría de veces, la infección es de tipo viral y será necesario un antiviral, o bien, se autolimitará sin necesidad de fármacos.
Mientras que para el tratamiento para las alergias, lo más recomendable son los antihistamínicos, mismos que disminuirán la congestión, el flujo nasal o el lagrimeo, sin existir la necesidad de administrar algún otro tratamiento.
Por ello, para no confundir estas afecciones, dada la similitud de los síntomas, la especialista sugirió acudir con un profesional de la salud para que determine el tratamiento a seguir.