Para el director de la Pastoral de Comunicación de la Catedral de Corpus Cristi de Tlalnepantla, José Luis Juárez Roa, la del Día de Muertos es una festividad que tiene origen prehispánico donde se honra a las personas que ya trascendieron a otro plano terrenal.
Es una visión tradicionalista de las personas, agrega, pero “para nosotros los cristianos católicos existe el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos, que son el 1 y el 2 de noviembre”.
Comenta para CAPITAL EDOMEX, que la festividad de Día de los Muertos, ciertamente es una tradición proveniente de las culturas prehispánicas, donde se habla de varios días de celebración.
En nuestro caso, comparte, es recordar a nuestros hermanos que ya partieron a la casa del padre, y esa creencia de que vuelven los muertos para comerse la comida que les ponemos en la ofrenda, no cabe en nosotros.
“Los católicos les ponemos la ofrenda, porque tiene un significado evangélico: se coloca en tres niveles que representan la Iglesia Peregrinante (nosotros los vivos) que queremos llegar un día al cielo; el segundo nivel es la Iglesia Purgante representa a nuestros fieles difuntos que están en ese proceso de alcanzar la gloria del cielo, y el tercer nivel la Iglesia Triunfante que son los santos”, dice el padre José Luis Juárez.
Señala que poner la ofrenda no es sólo para que los muertos vengan a comer, si no a descubrir precisamente que existen esos tres niveles de la iglesia, donde todos los seres estamos llamados a la santidad.
La cremación es válida
El prelado explica que la cremación es un signo de la inhumación, el cuerpo obviamente es tierra y es materia que tenemos en nuestras cenizas, mismas que debemos depositar en un lugar propio para su cuidado y para su respeto.
Por eso se pide que las cenizas no se queden en casa, sino que vayan al camposanto es decir al cementerio o alguna parroquia, para que sean resguardadas con el debido respeto a nuestros fieles difuntos, pero es claro que el alma ya ha trascendido, ya ha pasado al cielo.
En algún momento de la historia no se permitía, la iglesia en su reflexión nos ha dicho que la cremación es parte de esa inhumación del cuerpo y es válida, finaliza el director de la Pastoral de Comunicación de la Catedral de Corpus Cristi de Tlalnepantla.