La corrupción en Almoloya de Juárez se ha asentado a tal grado, que ya también afecta a los muertos -literalmente- hablando, pues el cementerio municipal está convertido en un enorme basurero, en un sitio de refugio para “malandros”, un lugar donde se vandalizan tumbas y obviamente, se carece de la mínima seguridad.
En torno a este lugar, alguna vez oficinas de Relaciones Públicas, hoy se escuchan decenas de leyendas, pasando por una zona de rituales, hasta el saqueo de tumbas, buscando valores o hasta para vender las osamentas. Todo eso ya es un secreto a voces en la cabecera municipal y un tema, tratado en “corto”, pues hay mucha gente inmiscuida en los sucesos que se cuentan.
El deterioro del inmueble es evidente desde la entrada, montones de basura se acumulan en las bardas perimetrales del camposanto, sólo hay una persona en la entrada y no es precisamente trabajadora del Ayuntamiento, sino alguien que encontró en ese lugar un espacio para vender alimentos.
Media hora pasó desde que Capital Estado de México, realizó un recorrido por el panteón municipal sin encontrar un/una sola persona laborando en el lugar como parte de actividades cotidianas. Un espacio en donde se anuncia “baños” cerrados desde hace meses, pues nadie sabe quién tiene las llaves, no hay recurso para darles mantenimiento y menos un trabajador o trabajadora, cuya labor sea justamente atender los temas del lugar.
Entrando a mano izquierda, es común, dicen algunas personas que acudieron a revisar la fosa de algún familiar, observar montones de basura, considerando incluso, el lugar es utilizado por algunos habitantes como zona para depositar desperdicios, es eso o mantenerlos en su domicilio por días, esperando al servicio de limpia.
Creemos, aseguran a este diario, que es una de las razones por la cual vecinos de lugar van a tirar la basura en ese sitio, el servicio de limpia es sumamente deficiente y hay lugares en donde de plano pasan los días y las semanas sin que se haga la recolección de basura.
Por la tarde noche, mencionan, se observan bolas de fuego, la gente pensó se trataba de una situación paranormal, pero resultó algunos vecinos, quizás no de la zona, prenden fuego a la basura para evitar dejar un rastro que les identifique, seguro de que nada sucederá por ser nula la vigilancia.
Aún con el abandono en el que tienen el cementerio, en la administración de Almoloya de Juárez, se dan el lujo de cobrar los servicios que no presta, cobra mantenimiento del espacio y no se lleva a cabo, hace un supuesto cobro por agua y tampoco hay, por cierto un problema más de la localidad y no sólo del camposanto.