Luego de conocer los malos manejos de Edgar Orozco Mendoza, ex director de Educación Normal del Estado de México, Hiram Raúl Piña Libien, subdirector académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), señaló que para acabar con la corrupción, primero se debe acabar con la impunidad.
Con la llegada de la nueva administración, el especialista precisó que muchos casos de posibles actos de corrupción que lleguen a salir a la luz pública deberán investigarse detalladamente, ya que la corrupción es un fenómeno multifactorial.
Tal como es el caso de Edgar Orozco Mendoza, ex director de Educación Normal del Estado de México, en la administración del ex gobernador Alfredo del Mazo Maza, a quien se le señala del saqueo de 36 escuelas normales del estado, y quien usó su cargo para amedrentar a los servidores públicos bajo su mando.
El estado, dijo el especialista, cuenta con mecanismos para iniciar las investigaciones y castigar estos actos a partir de las Contralorías.
Ante casos como éstos, el especialista sostuvo que “el Estado cuenta con una serie de elementos como lo son las auditorías, las cuentas públicas y ejercicios periódicos que se realizan con el propósito de identificar la correcta aplicación de los recursos públicos, y evitar actos contrarios a la ley”.
Pero su castigo, apuntó, dependerá de si la administración en curso o el gobierno tiene el compromiso del combate a la corrupción para ejecutar las investigaciones correspondientes.
“Las Contralorías tienen la función de revisar cómo se llevan a cabo este tipo de actividades, en este punto de la revisión de las cuentas públicas es precisamente que también se puede realizar a través de la Auditoría Superior de la Federación, o a través del órgano de la legislatura correspondiente”, comentó.
Asimismo, apuntó que los actos de corrupción están vinculados a otros delitos como lo son desviación de recursos públicos, cohecho y hasta asociación delictuosa.
Hiram Raúl Piña Libien, enfatizó que, ante esta problemática, las autoridades deben trabajar en la prevención, lo que conlleva a disponer de una cultura organizacional que sea de carácter ético.
“Se necesita que los servidores públicos tengan conciencia de los valores del servicio público, además del acompañamiento de una sociedad participativa”, señaló.
El catedrático, informó que los actos de corrupción son sancionados con amonestaciones y hasta la inhabilitación de cargos públicos, todo dependerá de que se investigue y no haya impunidad.