Once años han pasado desde el conflicto de San Salvador Atenco, sin embargo sigue insatisfecha la demanda de justicia que en más de una ocasión han exigido sus pobladores y que los ha llevado incluso a instancias internacionales de Derechos Humanos.
Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos en los hechos registrados en Atenco y que inició con un operativo para retirar a vendedores de flores temporeros que se habían instalado frente al mercado Belisario Domínguez, en la cabecera municipal texcocana, hubo violaciones graves a los derechos humanos, así como un uso excesivo de la fuerza por parte de la policía
Apenas ayer jueves, once mujeres víctimas de violencia sexual en San Salvador Atenco, en mayo de 2006, asistieron a una audiencia pública ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), a donde llevaron el caso representadas por el Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) y el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), tras considerar que en México no se había hecho justicia.
Ante esa instancia, reiteraron su testimonio: fueron agredidas durante los operativos policiacos del 3 y 4 de mayo de 2006 en San Salvador Atenco, cuando gobernaba el Estado de México el actual presidente Enrique Peña Nieto y en la presidencia municipal de Texcoco, lugar donde se originó el conflicto, se encontraba Nazario Gutiérrez, en sustitución de Higinio Martínez, quien había solicitado licencia.
Higinio Martínez ha sido alcalde de Texcoco en dos ocasiones, primero desde las filas del PRD y luego como integrante de MORENA.
Y aunque su nombre no ha salido a relucir en las acusaciones de las víctimas, sí ha sido señalado por otros actores políticos, como el perredista Luis Sánchez, quien lo advierte como responsable de la represión en San Salvador Atenco y asegura que él pudo haberla evitado.
De acuerdo a lo declarado por el perredista a algunos medios, el conflicto de Atenco inició porque “querían retirar a unos vendedores de flores del Centro de Texcoco y estos comerciantes, simpatizantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) pidieron el apoyo del Frente en Defensa de la Tierra de Atenco (FDTA), quienes asistieron dando lugar al primer enfrentamiento con la Policía Municipal. El Frente se atrincheró y el gobierno local pidió la intervención de la Fuerza Estatal.
Sin embargo, el nombre de Higinio sale a relucir también en el dictamen del caso emitido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), cuyos fragmentos fueron publicados en su momento en el portal de Cimacnoticias, donde señala que desde el 2003, el Gobierno del Estado de México se comprometió a crear un espacio de diálogo con (FDPT) para resolver las problemáticas que la región sufría, entre ellas la de los campesinos y vendedores floristas y el eventual desalojo de pobladores por el proyecto de un aeropuerto.
En el dictamen se señala la existencia de un documento firmado entre el Presidente municipal Higinio Martínez Miranda y representantes de los floristas en el cual se acuerda que a más tardar el 21 de octubre de 2005, los floristas se reubicarían en el Centro de Abastos de Productos del Campo y Flores de Texcoco.
En caso de incumplimiento de este acuerdo, se procedería a decomisar las mercancías solicitando el auxilio de la fuerza pública.
En febrero de 2006 se lleva a cabo una cita para negociar, el Gobierno responde con más fuerza policíaca, sin que nada se resuelva: el 10 de abril del mismo año, más de cien policías y funcionarios del lugar impiden a campesinas y campesinos de la montaña de Texcoco vender sus hortalizas en el mercado Belisario Domínguez.
El Presidente Municipal sustituto, continúa el dictamen, Narciso Gutiérrez Martínez, mediante un oficio, hizo del conocimiento del Comisionado de la Agencia de Seguridad Estatal que grupos organizados por comerciantes informales, trataban de amedrentar la estabilidad del Gobierno municipal, pues ante la orden de reubicarlos, estos amenazaban con tomar posesión del Palacio municipal con ayuda del FDPT por que solicitó la ayuda de las Fuerzas de Apoyo y reacción para “afrontar cualquier eventualidad”.
El 3 de mayo, un grupo de floricultores es desalojado con violencia de Texcoco, de lo que resultó la muerte de un menor de edad por un petardazo en la cabeza, y de un joven universitario, además de varios heridos y 211 detenidos de los cuales 47 eran mujeres.
Así, para algunos se trató de un operativo mal planeado para reubicar a los vendedores de flores terminó en una batalla campal entre los policías, los vecinos de Texcoco y Atenco, para otros, se trató de una estrategia orquestada.