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En el olvido viviendas alrededor del aeropuerto “Felipe Ángeles”, buscan rescatar cerca el 40%

Al menos 250 mil viviendas de fraccionamientos de los alrededores del aeropuerto “Felipe Ángeles” se encuentran sin servicios, vandalizados y en muchos casos abandonadas.

De acuerdo con un estudio de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), tan sólo en los municipios de Tecámac y Zumpango, el número de casas suma más de 50 mil, de las cuales se tiene la meta de rescatar cerca del 40 por ciento.

Este problema data del año 2000, cuando se dio un boom en la edificación de unidades habitacionales.

Durante un recorrido por esta región que limita con el estado de Hidalgo, Román Meyer Falcón, titular de la Sedatu, dijo que para el rescate de las casas, junto con el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), se firmaron convenios de colaboración con estos dos municipios para regenerar el espacio público de los polígonos con casas abandonadas.
Miguel Ángel Gamboa, presidente municipal de Zumpango, dijo que ejemplo de ello es el conjunto habitacional Santa Isabel, cuya construcción inició en el año 2008, pero de las 3 mil 500 viviendas autorizadas solo se desarrollaron 2 mil 500, cuya infraestructura no concluyó por  parte de la empresa inmobiliaria.

“El problema fue que nos encontramos con un abandono institucional, no se terminó de desarrollar por completo (el  conjunto urbano), pero también las obligaciones de las empresas quedaron detenidas.  Este tipo de irresponsabilidades empezaron a deteriorar la vida de los habitantes de este lugar que desafortunadamente carece de muchos servicios”, explicó el edil.

Otras unidades habitacionales con características similares están: El Nido, La Trinidad, Santa María, Villas de la Laguna, Villas de Zumpango, Arbolada de los Sauces, Las Plazas, Santa Cecilia, Paseos de San Juan, La Esmeralda y Homex.
Román Meyer, consideró que el  modelo de desarrollo de vivienda de hace 20 años se hizo sin considerar las necesidades de la gente, cuyas casas quedaron a dos o tres horas de distancia  de las fuentes de empleo de muchos trabajadores, ubicadas principalmente en la Ciudad de México.

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