Por el incremento de casos positivos de Covid, el aumento de la inflación en 7 puntos y la elevación en un 22% del salario mínimo, el sector restaurantero prevé un mes de enero complicado, por lo que deberán dar tiros de presión para evitar pérdidas económicas importantes, señaló Mauricio Massud Martínez, presidente de la Cámara de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados en la entidad (Canirac).
Señaló que, en años anteriores enero solía ser un mes con una dinámica alentadora, en donde las ventas solían incrementarse; sin embargo, esperan que la escalada de contagios ante la nueva variante Ómicron provocará, sino el cierre de la actividad económica, sí la renuencia de las personas para acudir a los restaurantes a fin de resguardarse en sus domicilios el mayor tiempo posible.
Por otro lado, dijo, la inflación de los 7 puntos arriba generará una escalada en los precios de los platillos, puesto que el costo de algunos insumos se está incrementando de manera considerable, estimando tener que elevar costos en las cartas, en promedio entre un 3 y un 3.5 por ciento.
“Aquí también se trata de que el sector dé tiros de precisión, porque no podemos trasladar ese 7 por ciento a todo el menú como tal, lo que tenemos que hacer es que, en ciertos platillos -por ciertos insumos que nos están impactando-, tener que elevar su costo”, comentó.
Asimismo, indicó que el incremento del salario mínimo de un 22 por ciento, también les impactará negativamente, puesto que se limitarán a la contratación de más personal y en su lugar, optarán por eficientar al ya existente.
Recalcó Mauricio Massud Martínez, que los anteriores factores provocarán que el sector restaurantero se tenga que reinventar y evolucionar, a efecto de aprender a administrar los recursos con los que cuenta, implicando así un cambio en la parte operativa, administrativa, de compras, recetas y platillos.