Son 40 hectáreas de tierra que durante la mayor parte del tiempo ha tenido vocación de siembra -maíz o papa- principalmente, que bien pudiesen ser dedicadas también a la recuperación de la masa forestal en el Nevado de Toluca, las faldas del volcán -algunos lo conocemos así- en su lugar, se ha convertido en una enorme propiedad “rapada” y la tierra trabajada para, en su momento hacer algunas o algunas edificaciones, como la ya existente “allá arriba, para vigilar que no se metan a los terrenos del licenciado o bien, que no se vaya a ocupar parte del mismo para la siembra”.
En la zona, pese a la escasa población, todo mundo sabe de quién son las 40 hectáreas que -aseguran- fueron delimitadas con postes de concreto y alambre de púas. Un verdadero dineral el que se gastó el licenciado y ya de paso “comerse” algunos metros para agrandarlo y lo más importante, tener agua, pues un venero que baja del volcán, por suerte quedó dentro de su posesión o propiedad -como también algunos dicen- y pues dejó de usarse por el resto de los vecinos. “No queremos que nos metan a la cárcel o nos agredan”.
Efectivamente se trata -reconocen vecinos- de una propiedad del ex alcalde morenista de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, terreno que no obstante encontrarse en zona comunal, se le reconoce como propietario absoluto y no existe peligro -como sí lo hay con otros- el peligro de que al verse ocioso el terreno, la comunidad lo tome para beneficio general.
Todo fue tan rápido que pocos saben, realmente cómo sucedieron las cosas para que el ex panista se hiciera de esas hectáreas, lo cierto es que es un secreto a voces, se trata de una propiedad que sólo a él le corresponde y alrededor de este espacio, se habla de dos historias.
La primera de ellas, asegura se tiene un proyecto súper millonario, pues la intención es hacer un Club de Golf muy, muy exclusivo con muchas áreas verdes y pocas casas, ya se cuenta con trazados de calles, lotes y demás, dan a conocer algunas versiones. Por supuesto, penetrar al interior es buscar la agresión pues, -advierten pobladores- hay gente armada que tiene la instrucción de disparar a personas ajenas.
La segunda versión, habla de controlar el agua que baja del volcán y pasa por el terreno para ser él o ellos, quienes decidan a quién le dan y a quién se la venden, dependiendo de su conveniencia.
Por el momento, acudir a aguas nacionales -Comisión Nacional del Agua (Conagua)- o a la Comisión de Agua del Estado de México (CAEM), es una alternativa que se debe analizar muy bien, pues el dueño, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, es un funcionario muy poderoso y “pelear con la autoridad, es llevar la de perder”. Pero, él ya no es autoridad. ¿¡No!? Debemos analizar las cosas, sentencian.
Un comunero que trabajaba en la zona, nos comenta desconocer el costo del cercado por el material utilizado (tan sólo los postes de concreto, tienen un costo alrededor de mil pesos) hagan cuentas, apunta, señalando uno de ellos, cada dos metros están “sembrados”, ¿cuántos se necesitan para 40 hectáreas?, eso sin contar el alambre de púas y la mano de obra, traslado hasta la zona, -por cierto nada fácil- y más. Habrá más.