Considerando que la igualdad es un factor de liderazgo y de competitividad a nivel global, la presidenta del Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM) y del Observatorio de Participación Política de las Mujeres en la entidad, Leticia Victoria Tavira, refirió que es indispensable que para alcanzarla, los diversos sectores de la sociedad (autoridades, empresas, actores políticos, instituciones, organizaciones y demás), pasen del compromiso a la acción, implementando políticas decisivas, visibles y medibles.
“Hoy la dinámica del pensamiento de las mujeres gracias a múltiples sectores legales, institucionales y sociales es otro, ha habido un cambio de chip, de conciencia que nos ha llevado a asumirnos como sujetos plenos de derechos a desear vivir y aplicar en la vida cotidiana el sentimiento de ser autónomas, con un proyecto de vida propio, libre, sin discriminación y violencia, y con las mismas oportunidades de desarrollarnos, que los hombres por el simple hecho de ser seres humanos”, exclamó.
Tras años de lucha para lograr el reconocimiento de diversos derechos en pro de la mujer, indicó que aún hace falta más dedicación al fortalecimiento de la cultura político democrática en la sociedad, pues que si bien, se ha dado un paso importante a partir de la Reforma de la Paridad en Todo, publicada en 2019, con la cual se aspira a que la mitad de los cargos de decisión sean para las mujeres en todo ámbito público, aún hace falta que se garantice, así como normalizar esta igualdad a nivel social.
“Es decir, no basta con que nuestros derechos se encuentren reconocidos en las leyes, sino que más allá de ocupar la mitad de los cargos de decisión, podamos ejercer esos espacios a plenitud y sin ningún tipo de discriminación, presión o violencia”, dijo.
En este sentido, agregó que falta socializar la igualdad en la ciudadanía para que cuando vean a una mujer al frente de un cargo de decisión, confíen en ella y le den su voto.
En el ámbito de su competencia, refirió que es indispensable que la ciudadanía sepa identificar cuándo una conducta está atentando contra los derechos político electorales a fin de que la víctima sea atendida y se sancione al violentador.
“Tenemos un marco normativo muy robusto, pero también hace falta la cultura de la denuncia para echar a andar esta gran maquinaria que nos ha confeccionado el legislador”.
Finalmente, hizo un llamado a las mujeres para cuidar que no exista un doble discurso, donde por un lado se enarbole la bandera de la sororidad y por el otro, sean las mismas mujeres quienes pongan obstáculos a otras, permitan la violencia en cualquiera de sus expresiones o la avalen con su silencio.